No cabe duda de que la demonización del diésel tiene varios motivos ocultos. Este acoso y derribo a los modelos gasóleo, a priori, es para impulsar una movilidad más limpia. Sin embargo, lo que está consiguiendo es que aumenten las matriculaciones de automóviles gasolina. Por lo general, los diésel se caracterizan por emitir más óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Pero los gasolina expulsan niveles superiores de dióxido de carbono (CO2). Teniendo en cuenta que el Impuesto de Matriculaciones se rige por el CO2, el Gobierno ya ha empezado a sacar tajada de su medida más controvertida.
Y es que en 2018 se entregaron en España más de 1,3 millones de vehículos. De ellos, más de la mitad eran gasolina. En el mes de noviembre, casi dos de cada tres coches que se vendieron en el mercado nacional utilizaban la gasolina como combustible. El dato más alto de todo el año, según cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Mientras que los híbridos y eléctricos apenas representan un 6% del acumulado de las matriculaciones.
Estas marcas han quedado reflejadas en las arcas del Gobierno. El Impuesto de Matriculaciones acumula hasta noviembre una recaudación de 464,44 millones de euros. Esto implica un incremento superior al 30%. En los once primeros meses de 2017, las administraciones públicas habían ingresado 355,25 millones por este concepto. Todo según datos de la Agencia Tributaria.
A pesar de que en el mismo periodo las matriculaciones solo crecieron un 8%, la recaudación aumentó más de un 30%. Esto se debe al crecimiento de las ventas de vehículos más contaminantes. El año anterior, la cuota media pagada por automóvil era de 305 euros. Sin embargo, en 2018 esta cifra subió hasta casi 370 euros. Un crecimiento del 20%. Asimismo, en noviembre, los españoles pagaron de media 443 euros por esta tasa. Y eso que todavía no se sabe si estas medidas contra el diésel entrarán en vigor.
“El incremento de las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en España es un indicador de que el debate generado en torno al diésel es poco realista»
La demonización del diésel sigue siendo un tema que preocupa al sector. La incertidumbre ha hecho que las ventas de vehículos iniciasen una senda descendente. Además, miles de puestos de trabajo en las fábricas españolas dependen de los automóviles gasóleo. “En cualquier caso, si no somos capaces entre todos de ir calmando el ambiente alrededor del sector y de centrar los mensajes para acabar con la incertidumbre del comprador, el arranque de 2019 puede seguir con la tendencia negativa”, ha explicado el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales.
AUMENTO DE LAS EMISIONES DE CO2
Todo esto ha llevado a un aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Según los últimos datos de la consultora MSI para Faconauto, las emisiones medias de dióxido de carbono de los coches nuevos vendidos en España hasta septiembre se situaron en 117 gramos por kilómetro recorrido. Esto supuso un crecimiento del 1,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
“El incremento en las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en España es un claro indicador de que el debate generado en torno al diésel es poco realista, lo que está resultando contraproducente para el objetivo común, en el que el sector está completamente involucrado, que es alcanzar una movilidad sostenible”, ha señalado el presidente de la patronal, Gerardo Pérez.
MAYOR RECAUDACIÓN POR EL IMPUESTO AL DIÉSEL
Pero el mayor motivo por el que el Gobierno continuará con su guerra contra el diésel es por el aumento de la recaudación que supondrá el alza de las tasas en las gasolineras. El ejecutivo prevé que esta subida de impuestos implicará un ingreso extra este año de 670 millones de euros. Una cantidad muy suculenta que ayudará a financiar otras partidas ‘verdes’.
Tal como han asegurado desde el Ministerio de Hacienda, un 30% de la recaudación de la fiscalidad verde se dedicará a las ayudas para cambiar de coche y retirar del mercado los vehículos más contaminantes. De esta manera, un futuro plan contará con cerca de 200 millones de euros con este fin.
Toda una trampa en la que han caído millones de españoles. Los modelos diésel fueron elegidos por los consumidores por consumir menos carburante y porque el precio del gasóleo era inferior. Por ello, muchos optaron por pagar algo más al comprar sus vehículos porque a la larga compensaba. Ahora estas reglas de juego cambiarán.
Según la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la subida del diésel solo supondrá un aumento de 3,3 euros al mes por conductor medio. Esto marca que cada ciudadano realiza unos 15.000 kilómetros al año. Una cifra que se supera en muchos casos.
MÁS TRANSPORTE PÚBLICO
Este juego contra el diésel también está beneficiando a otros sectores. El 2018 cerró con un aumento del 2,5% de los usuarios de transporte público urbano. Según la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (Atuc), las restricciones a los vehículos privados que se están acometiendo en ciudades como Madrid, han ayudado a conseguir estas cifras.
No obstante, la asociación considera que el crecimiento de viajeros no puede depender solo de la coyuntura económica y la llegada de turistas. Debería obedecer a un flujo constante de usuarios procedentes del coche privado, “por lo que son necesarias medidas que desincentiven su uso y reduzcan su presencia en las ciudades”.
En este sentido, Atuc insiste en la necesidad de potenciar y reforzar el sistema del transporte público para absorber el incremento de la demanda que se producirá por medidas como los cierres al tráfico privado que recoge el anteproyecto de ley contra el cambio climático. Parece que la asociación ha ganado un gran aliado, el Gobierno.