Este 2018 que acabamos de cerrar será recordado por la derogación del conocido «impuesto al sol«, que era el recargo impositivo que debían pagar aquellas personas que aun teniendo instalación solar para obtener energía propia en su hogar debían pagar los peajes de suministro. Aunque lo que parecía una victoria total no lo está siendo de momento.
Al menos así lo han denunciado desde Unidos Podemos, que ha reclamado al Gobierno que garantice, a través de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que las empresas distribuidoras de energía eléctrica no están poniendo problemas a las nuevas solicitudes sobre autoconsumo tras la derogación del «impuesto al sol».
Sin citar de manera expresa el nombre de las distribuidoras, en España esa función está asignada, entre otras, a Endesa, Iberdrola o Naturgy, que lo hacen a través de sus filiales de distribución. Y es, a estas compañías, a las que la formación morada acusa de obstaculizar el enganche a la luz de aquellas personas que lo han solicitado.
En concreto, según alertan Eva García Sempere (IU) y Josep Vendrell (En Comú Podem), algunas de estas empresas están rechazando peticiones de altas, alegando circulares y acuerdos del organismo regulador, por lo que creen que existe «riesgo real de que se bloquee a través de ardides jurídicos la nueva legislación».
Así se lo han trasladado al Gobierno en una batería de preguntas registrada en el Congreso, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que estos diputados piden medidas para que la CNMC «fiscalice y garantice que no existen motivos de rechazo» a las nuevas instalaciones «aduciendo falta de desarrollo reglamentario.
UNA CUESTIÓN DE TIEMPO
El problema de esta situación, en caso de ser cierta, es que sería muy difícil de solucionar de una manera rápida. Tal y como argumentan los diputados, «la modificación y cambio de los criterios para gestionar con rapidez las solicitudes de altas de autoconsumo debería ser una prioridad absoluta del sector y de la propia CNMC», por lo que piden al Gobierno garantizar que no exista ningún bloqueo y que el supervisor «tenga una especial vigilancia y dé una solución transitoria».
«De lo contrario, podría existir un bloqueo de más de un año y que haya autoconsumidores en condición de poner en marcha sus instalaciones y que no pueden hacerlo. No puede existir ningún motivo de rechazo procedimental sobre un mandato legislativo, con independencia del grado de desarrollo reglamentario», aseveran.
Ahora bien, aunque la CNMC investigue esta situación, el regulador tiene que hacerlo a fondo y con todos los detalles posibles. Esto supondría que hasta dentro de demasiado tiempo no se sabría si, ahora mismo, se está dando esta situación, por lo que el agravio no tendría respuesta en los próximos meses. Esto, siempre que las acusaciones sean ciertas y generalizadas, puesto que pueden haberse dado casos concretos sin que por ello sea una cuestión generalizada.
UNA CUESTIÓN DE TIEMPO (II)
Hablando sobre el tiempo, hay otra realidad que deben asumir quienes creen que el autoconsumo llegará de la noche al día tras haber tumbado el impuesto el impuesto al sol. Tal y como explica el experto en energía Jorge Morales de Labra en una entrevista a eldiario.es, el periodo de plenitud llegará en 10 años.
Preguntado por el uso inminente, asegura que «no va a ser inmediato, pero me atrevo a pronosticar que en 10 años lo raro será no tener autoconsumo en casa. Si se desarrolla adecuadamente el autoconsumo compartido, y los mimbres para hacerlo están en la ley, se puede conseguir perfectamente».
Quizá sea una aseveración algo excesiva, aunque teniendo en cuenta que su vía de ingresos llega a través de las energías verdes, parece lógico que un triunfo del autoconsumo será un triunfo para todos aquellos que hayan apostado por el negocio de las renovables.