El envío de dinero entre países superó los 613.000 millones de dólares (algo menos de 550.000 millones de euros) en 2017. Este negocio, desconocido para el gran público, llega a suponer el 30% del PIB nacional para algunos estados con un importante volumen de emigrantes.
RIA Money nació en 1987. Tres décadas después está presente en 149 países con 361.000 puntos de venta y pago. A España llegó en 1993 y cuenta con más de 6.000 puntos de venta. Su sede EMEA está en Alcobendas, trabajan más de 400 personas, de 50 nacionalidades y hablan 45 idiomas. “Somos la ONU”, explica el Managing Director Europe de la compañía, José Cabral. El directivo ha concedido una entrevista a MERCA2.
–¿Cuáles son los planes de futuro de RIA Money para España?
Cada mes tenemos 150 puntos de venta nuevos en la red, pero también hay algunos agentes que cierran. El plan que tenemos para España es seguir creciendo en el nivel de negocio, no tanto en puntos de venta (salvo que firmemos acuerdos con otras cadenas para ampliar nuestra oferta) sino mantener los dobles dígitos de negocio sabiendo que el mercado español no está creciendo. Si lo hacemos es porque cada día nos eligen más y más clientes.
–La gente, ¿prefiere ir al punto de venta o hacer el envío en los canales digitales?
Está creciendo el digital, pero todavía en el plano mundial representa el 10% y el envío tradicional el 90%. Algunos países son más digitales que otros, obviamente. Vemos que el cliente todavía le gusta ir a los puntos de venta, tener una persona en frente. Los clientes envían dinero por una necesidad vital.
Los beneficiarios necesitan el dinero, para la educación, para comer, porque un familiar tiene que ir al hospital… y a la hora de hacer el envío si pasa cualquier cosa y en el país de destino no consigue recibirlo, el cliente quiere tener una persona a la que acudir. Es bastante reticente a hacer su envío full digital. Por eso la app permite que el cliente haga su giro tranquilamente desde su casa o trabajo y luego va a pagar.
–La seguridad es clave en las transacciones.
Seguridad, rapidez y buen precio. Por eso somos muy exigentes. Cuando una persona hace un envío tiene que identificarse (tanto la que recibe como la que envía). No tenemos casos de fraude.
Estamos constantemente innovando en tecnología, siguiendo cómo va el mercado para estar al día y ofrecer una experiencia onmicanal a nuestros clientes. La seguridad es fundamental. También la rapidez. Una vez que el cliente tiene su código de confirmación del envío y el dinero ya está disponible en el país de destino.
El precio de las remesas en el ámbito mundial es del 7%. Hace diez años estaba alrededor del 10%. El precio medio de RIA está en el 3,7%. Es importante poner especial atención en los precios porque cuanto más barato sea el envío, más dinero recibirá el beneficiario y para ellos puede ser una gran diferencia. En algunos países (por ejemplo, Nepal, Liberia, Haití), las remesas suponen más del 25% del PIB. Realmente es vital para ellos.
–¿A qué países se envía dinero desde España y desde dónde llega?
Desde España enviamos principalmente a América Latina (Colombia, Ecuador, Perú), África (Marruecos, Senegal) y en Asia (Bangladesh, Pakistán). Se recibe muchos países de Europa. En los últimos cuatro-cinco años hemos visto un aumento bastante grande de envíos de otros países europeos a España. Muchas personas vinieron a trabajar a España, llegó la crisis y tuvieron que moverse a otros países de Europa, pero la familia se quedó aquí. Ganan dinero en Alemania y envían parte a su familia que está en España y probablemente harán otro envío a su familia que estará en otro país como Senegal o Marruecos.
–¿Corre peligro el acuerdo de RIA Money con DIA dada su inestabilidad institucional?
No. El producto que tenemos con DIA es sencillo. El cliente con la aplicación MyRIA hace su envío y luego con el código de barras va a pagar. A nosotros (su situación) no nos afecta para nada.
–¿Cómo vigilan que no utilicen RIA Money para el blanqueo de capitales?
Mucha gente que no conoce este sector asocia envío de dinero con blanqueo de capitales. En realidad, el envío medio es de 300 euros. Son inmigrantes que vienen de África, América o Asia, se instalan en Europa, trabajan y envían.
Somos fintech y regtech (regulatory technology) porque al contar con una licencia tienes que hablar con el regulador de cada país. Primero, todos los clientes tienen que identificarse. Escaneamos el carné de identidad del cliente (para verificar su código MRZ). Cada envío pasa por una serie de procesos y los nombres están confrontados con bases de datos de interpol, OFAC (Office of Foreign Assets Control) de Estados Unidos, etc. Si hay un cliente cuyo nombre aparece con una red flag, la orden de envío queda retenida y pedimos más información. Colaboramos con los reguladores, vienen todos los años a hacer auditorías y no tenemos ese tipo de problemas.
El Banco de España es quien regula RIA Money en España y ha sido la única empresa que no sancionada por los reguladores.
–¿Teme que el Gobierno apruebe algún tipo de impuesto a las transferencias?
No. En Italia votaron este mes una ley para poner un impuesto del 1,5% a los envíos de dinero. No creo que sea el caso de otros países. En Francia, bajo la presidencia de Sarkozy, una de las tareas del ministro de Inmigración era bajar los costes de los envíos de dinero porque saben que es un producto de necesidad para muchos países. Muchos son conscientes de ello. El Banco Mundial fomenta mucho la libre competencia, lucha y presiona a los gobiernos para que la exclusividad con empresas de envío de dinero sea ilegal. En muchos países africanos los bancos habían firmado exclusividades con actores principales de envío de dinero y con ello careces de competencia y menor presión en los precios. Sería contraproducente y poco inteligente poner impuestos en los envíos de dinero.
–¿Con qué frecuencia suele enviar dinero el cliente habitual?
La media en España es de siete envíos al año por cliente. Tenemos periodos donde hay un aumento como el Día de la Madre en Sudamérica, el Rabadán para los países musulmanes, Navidad y septiembre de la vuelta al cole en África. En general es un envío al mes y luego si tienen vacaciones lo llevan ellos mismos.
–¿Qué ventajas ofrece RIA Money sobre sus competidores?
Los grandes actores de esta industria llevamos 30-40 años. Las remesas internacionales son un producto bastante nuevo. En este tiempo todos hemos abierto una red enorme, es difícil competir por puntos de venta, por precio (porque todos estamos más o menos al mismo nivel), el cliente paga una tasa para hacer un envío y luego hay una componente del cambio (el cliente mira qué empresa tiene el mejor cambio).
Lo que hace la diferencia es el trato que tienes frente al cliente y ahí es donde nosotros estamos creciendo básicamente. El cliente lo que le gusta es el hecho de que cuando hay un problema en su envío de dinero, la diferencia es en cuánto tiempo lo puede resolver. En RIA Money somos muy eficientes. Eso hace que los consumidores confíen cada vez más en nosotros.
Siempre decimos a nuestros equipos que tenemos que tratar al cliente como si fuese el único. No nos vale decir “estamos creciendo un 30%, tenemos cada vez más clientes si perdemos uno”. No. Cada cliente tiene que ser único. Cada agente, cada punto de venta, tiene que ser único. Eso es lo que hace la diferencia. Somos muy de calle. No nos asusta ir a la calle. Todos los departamentos tienen que ir a la calle, no solo los vendedores. No me vale que los financieros estén delante de su ordenador con una tabla Excel. Cumplimiento, Recursos Humanos, todos.
–¿Notáis que hay menor volumen de negocio con los mercados emergentes por estar el euro y el dólar tan fuertes?
Lo tienen que enviar sí o sí. De hecho, es interesante porque nuestros clientes son expertos en cambio. Si hablas con un colombiano te va a decir a cuánto está el peso colombiano hoy, ayer y hace seis meses. Lo que sí vemos es que la fluctuación del euro-dólar impacta bastante en los volúmenes de envíos. Si el euro-dólar está arriba se envía más por cantidad y cuando va hacia abajo esperan un poco.