Fiat Chrysler Automobiles gastará 5.000 millones de euros hasta finales de 2022 en sus fábricas italianas, lo que acelerará el ritmo de fabricación de los vehículos utilitarios deportivos y automóviles eléctricos más demandados, según han asegurado personas familiarizadas con la compañía.
Con este desembolso la empresa financiará el plan de Fiat de fabricar un SUV compacto Alfa Romeo en la planta de Pomigliano, ciudad natal del vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi di Maio, y un Fiat 500 eléctrico en la fábrica Mirafiori de Turín, han explicado las mismas fuentes, que pidieron que no se revelara su identidad porque la información no es pública. Durante años, las fábricas en Italia de la empresa automovilística han tenido dificultades para operar a plena capacidad, lo que aumenta los costes.
Asimismo, se fabricará un segundo modelo con la marca Jeep en el sur de Italia para capitalizar la creciente demanda de SUV. La inversión destinará a Italia más del 11 por ciento del gasto mundial medio de Fiat de 8.700 millones de euros hasta 2022 en revisiones de productos y automóviles eléctricos. Sin embargo, el portavoz de Fiat no quiso hacer comentarios.
FIAT NO CERRARÁ SUS FÁBRICAS
Los planes del fabricante de automóviles italiano-estadounidense para Italia, que podrían anunciarse oficialmente hoy jueves, harían frente a un negocio cada vez más desequilibrado, en el que América del Norte registró alrededor del 97% de las ganancias durante el tercer trimestre. A principios de esta semana, General Motors informó que va a cerrar siete fábricas a nivel mundial y eliminar más de 14.000 empleos para eliminar modelos no rentables y equilibrar un gasto sin precedentes en nuevas tecnologías con una rentabilidad incierta.
Fiat mantendrá abiertas todas las fábricas italianas, dijeron las personas con anterioridad. Un tercer pilar del plan de Fiat es añadir el compacto Jeep Compass SUV a la fabricación del Renegade y el Fiat 500X en Melfi, en el sur de Italia, dijeron. Las entregas de la marca aumentaron un 61% en un período de doce meses en Europa, lo que contrasta con una disminución del 2% para el grupo en total.