La crisis del diésel golpea a Mercedes y resfría a Euskadi

La nueva normativa europea de vehículos diésel ha conllevado una caída de la demanda que ha obligado a las fábricas automovilísticas a echar el freno de mano. Este golpe regulatorio ha hecho mucho daño a Daimler AG (Mercedes-Benz).

Su planta en Vitoria paró cinco días en octubre por la crisis del diésel y a este calendario negro se le añadieron nuevas fechas en noviembre y diciembre. Mercedes niega que la caída de la demanda del diésel haya el motivo del parón, pero este hecho es evidente teniendo en cuenta que todos los coches que produce su fábrica de la capital alavesa son diésel.

Mercedes señala que es encuentra adaptando la cadena producción para la furgoneta Vito eléctrica que llegará a esta planta en el segundo semestre. Pero la gripe del diésel está afectando gravemente a la firma alemana.

LA CRISIS DE LA PLANTA VITORIANA EN NÚMEROS

La planta de Vitoria ha decidido suspender el turno de noche entre el 12 de noviembre y el 20 de diciembre, por lo cual los 5.400 empleados solo trabajarán en turnos matinal y vespertino. Mercedes tiene previsiones de acabar el año con una producción en la planta de 147.000 vehículos, por lo cual se quedan sin el año récord que preveían a inicios de curso.

Mercedes
La crisis del diésel golpea a Mercedes. Foto: Krisztian Bocsi para Bloomberg.

Mercedes estimó que iba a alcanzar los 155.000 vehículos producidos, 5.000 más que el año pasado. Pero no solo sus plantas propias sufren esta crisis: la firma alavesa Auria, que produce suelos de moqueta y paneles textiles para la firma alemana, ha acometido un ERTE de 31 días entre el 19 de noviembre y el 31 de diciembre para sus 107 trabajadores, tal y como denuncia LAB.

UN CALENDARIO QUE HACE DAÑO A MERCEDES

El calendario hará daño a Mercedes, al menos a corto plazo: 2040 será el último año para matricular vehículos diésel, gasolina o híbridos y diez años después todos los coches de estos tipos deberán decir adiós a las carreteras, situación que ha disparado la psicosis del consumidor y ha evidenciado una vez más el temor del dinero.

Teresa Ribera, ministra de Transición Energética, ha explicado que el anteproyecto de Ley no merece la polvareda que algunos han intentado levantar: «Las propuestas que maneja el documento de trabajo están alineadas con lo más prudente de los países de nuestro entorno. Países como Bélgica, Finlandia o el Reino Unido adelantan esas fechas de prohibición de venta de vehículos de combustión».

EL SECTOR INTENTA METER MIEDO

Desde el sector apuntan a que hay 23.000 millones de euros anuales de impuestos en peligro. El sector, según apuntan, representa al 10% del PIB nacional y España es el octavo productor mundial de vehículos con casi tres millones de unidades fabricadas el pasado año.

Germán López, presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, afirma que la «Ley no deja de ser una utopía difícilmente realizable, a fecha de hoy, porque partir de un parque actual de 24 millones de vehículos de combustión y sustituirlos por vehículos exclusivamente eléctricos es prácticamente imposible, porque no se puede crear en este tiempo la infraestructura necesaria para abordarlo».

TIEMPO DE ALARMISMO

La ANIA explica que «la electrificación debe de hacerse de forma progresiva, sustituyendo, dentro de las posibilidades que ofrece la tecnología, los vehículos de combustión por eléctricos, haciendo que los de combustión vayan disminuyendo, pero a la vez haciéndolos paulatinamente más eficientes, con menos emisiones de CO2 y con cero emisiones de contaminantes».

Y añaden: «Esta Ley va muy por encima del acuerdo que se ha llegado en la Unión Europea de una descarbonización del 30%-40% para el horizonte de 2030, que ya es un objetivo muy ambicioso, cuanto más, suprimir de facto los vehículos de combustión en 2040, que, además de que va será difícil, va a afectar a este país con una caída importante en la economía y el empleo».

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN YA LO ADVIRTIÓ

Ecologistas en acción explicó hace poco más de dos meses que en un reciente informe «realizado por la federación europea de ONG Transport & Environment (T&E), demuestra por qué los diésel deben desaparecer».

Y añadían: «En su primera parte expone que no hay diésel limpios pues incluso los que cumplen el límite de NOx cuando se someten a los test reglamentarios, producen emisiones tóxicas que se incrementan por un factor de 9 cuando se conducen en carreteras con más cuestas, aceleraciones más frecuentes y mayor velocidad».

LAS CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Cristina Linares y Julio Díaz Jiménez, del Instituto de Salud Carlos III, explican que el impacto de la contaminación atmosférica en la salud: «Las afecciones a la salud de la contaminación atmosférica son importantes y van desde el incremento de la mortalidad por causas cardiovasculares y respiratorias».

Mercedes
Madrid con una gran capa de contaminación, situación a la que contribuye el diésel.

También explican que «otros estudios relacionan la contaminación atmosférica con enfermedades como diabetes o el aumento de casos de ansiedad y depresión. Algunos estudios también vinculan la contaminación atmosférica con enfermedades neurológicas como el Alzheimer».

Linares y Díaz Jiménez afirman que «la contaminación está relacionada también con la incidencia en el aprendizaje y desarrollo neurológico y conductual en niños. Además, incide en las mujeres embarazadas, ya que hay estudios que conectan la exposición a contaminación atmosférica durante la gestación con el aumento en los partos prematuros, bajo peso al nacer, e incluso, mortalidad fetal».