El ayuntamiento de Madrid ha puesto a subasta más de 1.500 objetos perdidos. La mayoría de ellos son joyas de plata: anillos, pulseras, pendientes, relojes o estilográficas. Los productos se pueden ver en la Sala de Subastas Retiro, en Madrid, (adjudicataria mediante concurso público) pero en esta ocasión la puja sólo se puede hacer a través de internet.
Lo primero que el usuario piensa cuando observa las vitrinas llenas de objetos es, ¿cómo es posible que alguien pierda una Play Station, o un teclado electrónico de un metro y medio de largo, con el precinto puesto? Y, sobre todo, ¿cómo puede haber varios artículos sin estrenar? La respuesta es sencilla, no sólo son objetos perdidos en la calle, sino que muchos de ellos son encontrados en estaciones de tres, en el metro y en el aeropuerto. “Cuando pierdes algo en el aeropuerto suelen ser cosas olvidadas, pero en buen estado”, apuntan en la sala. Es en Barajas donde aparecen muchos productos olvidados sin ni siquiera haber sido desembalados.
La subasta arrancó el 16 de noviembre, y finalizó este jueves, día 22. Durante siete días todo el que quiera puede hacer un recorrido online por la misma y pujar, a través de la web www.salaretiro.com. Los productos provienen de la Oficina de Objetos Perdidos que el ayuntamiento custodia durante dos años, si pasado ese tiempo nadie lo reclama, pasan a pertenecer al consistorio y los saca a subasta pública. Todo lo recaudado irá directamente a la Tesorería Municipal.
Los productos que se subastan están en buen estado. Los objetos defectuosos son descartados previamente. En esta puja, en concreto, hay tres apartados: gafas y varios, objetos de plata y relojes. Excepcionalmente también se puede encontrar, una videoconsola, una trompeta, dos teclados y una figura de porcelana. El precio de salida es simbólico, “la idea es que todo el que quiera pueda optar a adquirir uno de los estos productos”.
RELOJES DE TEMPORADA DE MICHAEL KORS, A CINCO EUROS
Antes de exponerlos al público, se hace un estudio del objeto, en el que se contrastan los materiales y la autenticidad. Casi todos los productos son de plata y, en caso de no ser así, se especifica en la descripción del producto. En la subasta llama la atención lo relojes de Michael Kors, Tous, Casio o Gucci, con un precio de salida entre cinco y diez euros, que el pujante puede llevarse a casa por 50 euros, y algunos lotes se compran a pares. La Play Station sin estrenar, con un precio de salida de 50 euros, adjudicada por 200 euros. También hay sortijas de Agatha, Aristocrazy, Armani o Adolfo Domínguez, con precios de salida de 10 o 15 euros. Pulseras de Uno de 50, y gafas de Ray-Ban, con precios de salida desde un euro, adjudicadas por 15 euros.
La persona que ha pujado por la trompeta, con un precio inicial de 10 euros, se ha hecho con ella por 180 euros. Quien haya pujado por el Piano digital Korg, se ha ahorrado más de 150 euros. En una tienda cuesta entre 200 y 400, euros, y en la subasta, con un precio de salida de 30 euros, se ha adjudicado por algo más de 100, eso sí sin cables.
En la sala apuntan que es un buen momento para las subastas, ya que este es un periodo de mucho consumo y se nota que la gente compra más. “Una Play Station con un precio de salida de 50 euros es una ganga, y mucha gente está empezando a comprar regalos de cara a navidad”.
En nuestro país no está arraigada la cultura de la subasta. Es un mundo bastante desconocido que en ocasiones se asocia a productos antiguos y muy caros. Sin embargo, hay muchos tipos de subastas y cada vez son más conocidas por el púbico. Es casi una cuestión cultural. En EEUU se subasta casi todo, objetos perdidos, trasteros, casas, coches. En España está costando un poco más, pero se está abriendo paso poco a poco. “Es una oportunidad, ahora llega la navidad y las subastas son una opción muy buena para comprar muy bien, una vez que la gente lo conoce es difícil ir a otro sitio”.
En esta ocasión se ha vendido el total de los relojes y de las joyas de los lotes de plata, y aproximadamente el 90% de las gafas. Lo que no se vende en subasta, pasa a formar parte de la venta directa y se puede comprar en la sala, al precio que quede establecido.
No es la primera subasta a cargo del consistorio madrileño en este 2018. En mayo se subastaron objetos tecnológicos y el pasado mes de septiembre se subastó un primer lote de joyas. Los millones de turistas que visitan la capital y el gran tránsito de viajeros diarios son los responsables de estas pérdidas. No podemos olvidar que la estación de Atoche recibe diariamente un millón de viajeros, y por el aeropuerto de Madrid Barajas pasaron más de 54 millones de personas el pasado año.