Vidrala busca fidelizar al accionista en plena caída bursátil

La empresa vasca Vidrala ha anunciado una ampliación de capital liberada por valor de 1,26 millones de euros con las finalidades de retribuir al accionista y fomentar una mayor liquidez en Bolsa, donde la compañía acumula una caída del 10,92% en 2018.

El Consejo de Administración ha acordado ejecutar el acuerdo adoptado en la junta general de accionistas celebrada el 29 de mayo de 2019. La operación, tal y como ha informado la compañía en un hecho relevante remitido a la CNMV, se hará con cargo a las reservas de libre disposición. Saldrán al mercado 1,23 millones de nuevas acciones ordinarias con un valor nominal de 1,02 euros.

Todos los accionistas de Vidrala podrán acudir de manera gratuita a este proceso en la proporción de una acción nueva por cada veinte existentes tras la ampliación. Cada uno de ellos recibirá inicialmente tantos derechos de suscripción como acciones de la compañía ostente en titularidad en la fecha de 23 de octubre. Estos derechos serán negociables durante un plazo de quince días naturales (hasta el 12 de noviembre). En este periodo, el accionista podrá optar entre vender sus derechos haciendo líquida la ampliación, mantenerlos para recibir gratuitamente nuevas acciones o comprar derechos adicionales.

Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, considera que “la empresa no busca recaudar dinero si no darle una alternativa al accionista”. “Es un guiño que se le hace al accionista, que será el que decida si se queda con los derechos y no pierde participación en la compañía, o si decide vender los derechos para hacer algo de caja, a sabiendas de que su participación en la compañía ha disminuido”, añade.

De esta manera, la compañía especializada en la fabricación y venta de envases de vidrio para la industria alimentaria mantiene “los recursos necesarios para afrontar nuevos proyectos generadores de valor para el accionista”.

Al tratarse de una ampliación en una proporción pequeña y ser liberada, el efecto que genera, según Felipe López-Gálvez, “es una disminución automática del 5% en el beneficio por acción”. Por tanto, “ceteris paribus las acciones deberían bajar en bolsa en la misma proporción”, ahonda el analista.

VIDRALA, BAJISTA EN BOLSA

La compañía presidida por Carlos Delclaux Zulueta no vive sus mejores momentos en el Mercado Continuo arrastrada por el sentimiento negativo que se ha impuesto en toda la bolsa española. Desde que comenzó 2018, ha pasado de cotizar en 84,65 euros hasta los 75,40 euros que cerró el 22 de octubre, es decir, un retroceso del 10,92% en un claro canal bajista.

Vidrala

Las estimaciones de Bloomberg muestran un beneficio estimado creciente en 2018 (112 millones de euros) y 2019 (125 millones de euros) tras presentar en 2017 un saldo positivo de 90 millones. Sin embargo, el valor no frena las caídas. “Estas previsiones no son nuevas y eran el motivo por el que Vidrala ha estado cotizando a ratios tan exigentes”, explica Felipe López-Gálvez. Incluso después de las últimas caídas, añade, “la compañía cotiza a una ratio PER estimado de más de 16, que nos indica que la compañía está cara y que las expectativas quizá son demasiados elevadas”.

Vidrala podría entrar en el abanico de candidatos al Ibex tras la casi cantada salida de DIA y las posibles de Técnicas Reunidas e Indra. Por capitalización (1.892 millones de euros), está por encima de ellas. Sin embargo, los títulos de la empresa vasca tienen muy poco volumen en la actualidad. “Realmente hay poca liquidez en el valor y bien podría ser la finalidad”, declara Eduardo Bolinches, analista colaborador de ActivTrades.

Con esta ampliación, se incrementa la liquidez del valor. “Es una característica especialmente valorada por inversores institucionales, en la medida que describe el grado en que un valor puede comprarse o venderse rápidamente en el mercado sin que su precio se vea afectado de manera significativa”, explicar fuentes internas de la compañía.

La opción del Ibex parece poco probable. “Que haya más acciones siempre favorece a su liquidez, pero si de verdad fuera por eso (saltar al Ibex) harían un split para colocar la acción a 7,6 euros y con ello más asequible”, argumenta Eduardo Bolinches.