jueves, 12 diciembre 2024

BP España mantiene el tipo pese al petróleo y el parón de su refinería

El precio del barril de petróleo no deja indiferente a nadie. Desde 2016 se encuentra en un ciclo alcista que, lógicamente, repercute de manera directa en el negocio de venta de combustible. Así al menos lo ha reflejado la petrolera BP en las cuentas de su filial española.

En concreto, la compañía presidida en España por Luis Alberto Aires ha aclarado en la publicación de sus resultados depositados en el registro mercantil -recogidos por Insigth View– que durante 2017, último ejercicio publicado, hubo una tendencia alcista en la segunda mitad del año en el que el crudo Brent pasó de los 46$/bbl a los 64$/bbl motivado fundamentalmente por el acuerdo de la Opep de recortar la producción y el posterior alineamiento de grandes productores no pertenecientes a esta organización como México, Rusia o Kazajistán, que ha terminado con una reducción de inventarios y un equilibrio entre oferta y demanda.

Bajo este contexto, la filial española facturó 4.571 millones de euros durante 2017, casi 500 millones más que en el ejercicio anterior. En cuanto al Ebitda, este se vio recortado en 100 millones, pasando de los 194 M€ de 2016, a los 95 millones del último ejercicio registrado. Por lo que respecta a los beneficios, el recorte fue muy significativo: pasó de 355 M€ a 73 millones, aunque en esta partida hay un componente muy importante que tiene que ver con los ingresos financieros.

Según consta en el informe corporativo de 2017, el resultado muestra un importante descenso con respecto al ejercicio anterior como consecuencia de varios hechos excepcionales ocurridos durante el ejercicio 2016, como fueron la venta en el capital de CLH y los ingresos financieros en concepto de dividendos recibidos de BP Gas Europe.

LA REFINERÍA DE BP TUVO QUE PARAR

Otro aspecto que ha impactado en las cuentas de BP en su último ejercicio tiene que ver con su refinería de Castellón. La petrolera tuvo que llevar a cabo una parada programada de la refinería en la que se inspeccionaron las diversas unidades y equipos de la planta con el objetivo de implantar los últimos avances tecnológicos e incrementar la eficiencia de los procesos.

El impacto económico de la parada ha sido de 97,5 millones de euros entre costes y lucro cesante. Y es que durante los aproximadamente 44 días que duró la parada se interrumpió de modo gradual y temporal el funcionamiento de casi todas las unidades de la refinería, ya que, estos trabajos sólo pueden realizarse cuando las unidades están fuera de servicio.

BP ejecutó su última parada en 2012. La alta complejidad de las unidades ha exigido un amplio trabajo previo de planificación y programación de protocolos adicionales de seguridad para garantizar una ejecución segura y de alta calidad de las intervenciones.

EL OTRO ENEMIGO SILENCIOSO

En la ecuación del sector, y que de manera directa influye en el negocio de BP, se abre el frente de las gasolineras de bajo coste que, día a día, son una realidad imparable. El presidente de la compañía en España dejaba claro en una entrevista con el diario Energía 16 que la tendencia es imparable.

Aires Dupré asegura que “el aumento de la competencia en el sector minorista nos ha hecho más fuertes. Siempre hemos tenido muy claro que para competir frente a los formatos low cost hay que diferenciarse, algo que hemos hecho con éxito en todos los países en los que operamos”.

Explicando la realidad sobre este impacto, el responsable de BP en España asegura que “la mayor parte del crecimiento se ha producido en estaciones de servicio no abanderadas, las denominadas low cost, que suponen en estos momentos un tercio del mercado. Éste no es un fenómeno exclusivo de España, ya que lo hemos visto en otros países de nuestro entorno”. En este sentido, parece que el impacto está controlado.


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