Volvo tropieza con la primera piedra en un año de récords

No todo iba a ser un camino de rosas para el Grupo Volvo en el 2018. Este año parecía que nada podía ir a mejor. En el segundo trimestre, las ventas de la compañía registraron cifras nunca vistas por la empresa en solo tres meses. Sin embargo, una nube negra se ha puesto encima del fabricante de camiones y autobuses. Y puede que le siente como un jarro de agua fría. El consorcio se enfrentará a un gasto inesperado para socavar sus problemas con las emisiones de gases. Una nueva crisis ha llegado.

Ha sido la propia empresa quien ha dado la voz de alarma. Volvo ha informado que ha detectado un fallo en un componente de control de emisiones. El cumplimiento de los límites legales de gases podría estar en riesgo. Un elemento utilizado en ciertos mercados se estaría degradando más rápido de lo esperado. Esto haría que los motores excediesen los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) permitidos.

“No es posible evaluar el impacto económico”, ha explicado Volvo, ya que no se ha completado el análisis del problema. Aunque el grupo ha confirmado que el coste para canjear el problema podría ser “importante”. La degradación se debe a un problema con los materiales con los que está fabricada la pieza. Todos los vehículos equipados con el componente cumplen con los límites de emisiones en el momento de la entrega. No obstante, con el tiempo el dispositivo se deteriora.

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El aparato es utilizado en ciertos mercados con estrictos estándares de emisiones, entre los que destacan Estados Unidos y Europa. Allí, Volvo ha vendido una media de 133.000 camiones al año desde que se endurecieron las normas de emisiones en el 2000. La degradación del elemento reduce su capacidad para convertir los óxidos de nitrógeno con la eficiencia prevista. Sin embargo, la investigación hasta el momento indica que el desperfecto no afecta a todos los vehículos y motores de la misma manera y en la misma medida.

La compañía se encuentra en proceso de informar a las autoridades correspondientes en varios mercados para comenzar las discusiones sobre cómo remediar el asunto. El mayor volumen de motores potencialmente afectados se ha entregado en América del Norte y Europa. Mientras no se finalice el análisis del problema y se realicen los planes con las autoridades reguladores, Volvo ha asegurado que no podrá estimar el volumen de motores o vehículos que deben abordarse.

Volvo se une así a las compañías que tendrán que desembolsar grandes cantidades de dinero por incumplir la normativa de emisiones. La última en subirse al carro fue Audi. La marca alemana, perteneciente al grupo Volkswagen, anunció recientemente que aceptará pagar 800 millones de euros por el caso ‘dieselgate’.

VOLVO SE DERRUMBA EN BOLSA

Las malas noticias no gustan a los inversores, por lo que no es de extrañar que las acciones de la compañía se deprecien en momentos de crisis. Este año estaba siendo un ejercicio bastante plano para el grupo en bolsa. Esto ha cambiado. La compañía ha perdido más de un 12% en lo que va de año. La gran mayoría tras el anuncio.

Los títulos de la empresa comenzaron el año con un valor de casi 155 coronas suecas (15 euros). A pesar de sus altos y bajos, se mantenían rondando ese precio. En una semana todo cambió, hundiéndose hasta mínimos anuales debido al anuncio de los problemas con las emisiones de sus vehículos. En la actualidad, las acciones del Grupo Volvo rondan las 136 coronas (13,20 euros), por lo que han perdido más de un 12%.

Según analistas de Bloomberg, es probable que Volvo no se tenga que enfrentar a unos costes tan grandes como los que Volkswagen tuvo que afrontar para remediar el ‘dieselgate’.

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En lo que va de año, las peores jornadas en bolsa de la compañía fueron debidas a un contagio por los malos resultados del sector automovilístico. Destaca el mes de junio, cuando Daimler anunció que sus beneficios no estarían a la altura de las expectativas. Fue en el sexto mes del año cuando Volvo calló en apenas una semana cerca de un 8%. Sin embargo, sus buenos resultados en el segundo trimestre hicieron que la firma volviese a números verdes en el parqué de Estocolmo.

RESULTADOS

Y es que, entre abril y junio, la compañía ingresó 104.000 millones de coronas suecas (10.077 millones de euros), lo que supone un 18% más y la primera vez que alcanza tales cifras en solo tres meses. Teniendo en cuenta los tipos de cambio, el aumento se sitúa en el 16%.

Además, el beneficio operativo del Grupo Volvo se situó en 11.500 millones de coronas (cerca de 1.100 euros), un 35% más. Por ello, el margen operativo de la compañía fue del 11,1%, en comparación con el 9,6% del mismo periodo de 2017. La primera vez que la firma alcanza un margen operativo del 10%.

“La demanda en nuestros principales mercados fue sólida en el segundo trimestre de 2018, y tanto nuestro negocio de vehículos como nuestros servicios continuaron creciendo a buen ritmo”, ha explicado el presidente y CEO de Volvo, Martin Lundstedt.

Los analistas señalan que Volvo alcanzará su objetivo de obtener un margen operativo del 10% para el cierre del ejercicio. Gracias a las medidas llevadas a cabo por la compañía para la reducción de costes fijos, desde 2010, el consorcio siempre ha tenido un margen operativo medio por encima del 6%.