Amazon, el mega gigante tecnológico, ha incluido los seguros de salud dentro de su lista de productos a la venta, y lo hace de la mano de Mapfre, que lanzará su primera oficina virtual en el Marketplace de Amazon. De esta manera, la aseguradora mete la cabeza en el mundo digital y lo hace instalando lokers en sus oficinas.
Cualquier movimiento de Amazon por pequeño que sea hace temblar los cimientos de casi todos los comercios a nivel global. Es el número uno indiscutible en el ecomerce y es difícil que le hagan sombra. Por ello, cuando el pasado mes de enero anunció que empezaría a comercializar con seguros de salud, las principales aseguradoras cayeron en picado en la bolsa.
Mapfre es una aseguradora muy potente, está presente en 45 países de los cinco continentes, y es consciente de que sus clientes potenciales compran en Amazon. No obstante, en 2017 fue líder de ventas online en España. De momento este proyecto de seguros está en fase temprana y sólo va a operar en nuestro país, aunque lo más previsible es que se expanda internacionalmente, en un breve espacio temporal. Incluye la creación de la primera oficina virtual de una empresa de seguros en el marketplace de Amazon yo la participación en el programa “Amazon Familia”, que la plataforma destina al apoyo y cuidado de las familias.
Lo más novedoso es la apertura de la primera Oficina Virtual de una aseguradora dentro de Amazon. Así los usuarios podrán conocer la oferta de seguros que tiene Mapfre y contratarlos, si es su deseo. De momento se han centrado en seguros de vida, pero están viendo la viabilidad de incorporar otros servicios, como seguros para bicicletas o mascotas.
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POLÉMICA POR LA SUBIDA DE LOS SALARIOS
Amazon, además de poseer millones de adeptos por todo el mundo está también rodeado de enemigos. Hace unos días anunció que subiría el salario mínimo de sus empleados a 15 euros la hora, un aumento de entre tres y cinco euros de media. La noticia tuvo una gran acogida por parte de los trabajadores, sin embargo, The New York Times asegura que, en el cómputo global, los trabajadores pueden estás ganando menos dinero que antes, ya que como este aumento recorta algunos derechos como lo de adquirir acciones de la compañía a buenos precios, como se hacía hasta ahora.
También ha recortado en los bonus que obtenían los trabajadores por su eficiencia laboral. Si las ventas y los repartos iban bien, Amazon incluía una paga extra al trabajador que aparecía en la nómina del mes. Ahora ese privilegio se ha eliminado. Además, con este ascenso genera una presión en los competidores que se ven obligados a subir también los salarios para poder competir, con lo que presiona al mercado a través de la cuantía económica de los contratos laborales. Cada movimiento está milimétricamente pensado.
En 2017 Amazon pagó en impuestos federales cero dólares. En impuesto de sociedades ha abonado poco más de 1000 millones, una cifra ínfima en comparación con otras empresas semejantes. Wolmand, el gigante del ratail que atesora un brutal volumen de ventas, por ejemplo, ha abonado 64 mil millones de dólares. EEUU ama a Amazon, y ve en esta compañía un ejemplo innovación y de futuro.
La empresa de Bezos es una religión en EEUU, en ese país un 64% de los hogares tiene el servicio Prime. Hay más personas que tienen contratado Prime que gente que votó en las últimas elecciones y está presente en alimentación, educación y en contenidos de entretenimiento, entre otros.
La última apuesta de Amazon ha sido en el mercado de los coches eléctricos. Su alianza con Audi está provocando que Tesla le mire con recelo, ya que pretende instalar puntos de carga en las casas, uno de los principales hándicaps para el usuario a la hora de decantarse por un vehículo eléctrico, además del precio. Amazon está integrando el servicio de voz en estos coches e-tron de Audi para que el usuario tenga aún más acceso al mundo Amazon, como con la música, por ejemplo.
ECONOMISTAS CONTRA AMAZON
El economista y profesor universitario, Scott Galloway, escribió el libro “Los cuatro, el ADN oculto de Google, Facebook, Apple y Amazon”. En él habla sobre la amenaza que suponen estas grandes compañías en el mercado y sobre como Amazon ya está empezando a comer terreno a los otros tres. Le temen porque es una apisonadora.
El profesor de la Universidad de Nueva York asegura que la ventaja de la compañía de Bezos sobre el resto se debe a que los inversores están dispuestos a desembolsar grandes cantidades de dinero sin exigir un gran volumen de ganancias inmediatas a cambio. Lo que esperan es un crecimiento exponencial y son pacientes.
Sobre la posible futura regulación gubernamental, de la entidad, Galloway lanza un símil: “nadie va a regular al jugador que lanza el primer lanzamiento en el primer partido de la temporada 2019 de los Washington Nationals».
Y concluyó señalando que, bajo su criterio, la solución está en la aplicación de una ley antimonopolio, para impedir que los grandes “hagan eutanasia” a las startups. “Si la justicia no hubiera iniciado una ley anti monopolio contra Microsolft en 1999, Google probablemente no existiría”, sentencia.