Las empresas de ciberseguridad están de enhorabuena. Los chorizos y delincuentes de lo digital cada vez se muestran más agresivos tanto en el ámbito particular, como el empresarial; eso conlleva que se necesite mayor protección. Así, Panda Security ha conseguido un repunte financiero en sus cuentas durante el último ejercicio.
En concreto, la compañía especializada en la venta de software, programas y equipos informáticos relacionados con la seguridad ha dado la vuelta a su balance de resultados tras un 2016 en negativo. Así, ha pasado de tener unas pérdidas de 5,9 millones de euros en dicho ejercicio, ha apuntarse un beneficio de 13,4 millones, con un Ebitda de 3,3M€ en 2017, último ejercicio disponible en el registro mercantil que recoge Insight View.
Tras este vuelco se esconde, por un lado, un importante repunte en las ventas. Ha pasado de una facturación de 36,3 millones de euros en 2016, a elevar esa cantidad a los 40,3 millones de ventas que registro el siguiente ejercicio. Unos de los grandes culpables ha sido el desarrollo en innovación. Desde la compañía destacan que este impacto de debe al posicionamiento estratégico en la tecnología cloud, con especial incidencia en los productos de EPP y fusión.
Asimismo, desde Panda Security aseguran que Adaptative Defense se ha consolidado como la familia más grande de productos como protección de End Point de nueva generación, en sus dos versiones: para grandes cuentas, y para pequeñas y medianas empresas. Del mismo modo, los especialistas en ciberseguridad han intensificado el esfuerzo por industrializar los procesos comerciales, especialmente en aquellos países con ratios más bajos en términos de productividad y eficacia comercial.
PANDA SECURITY Y SU PLAN
Al margen del momento comercial del sector, Panda Security también ha ejecutado una serie de acciones para seguir creciendo. Lo más destacado ha sido su plan de viabilidad, del cual ya se notan los efectos. Así, en el último ejercicio ha conseguido reducir en un millón de euros el gasto de personal.
Del mismo modo, en los gastos de explotación que hacen referencia a los gastos por la actividad de la compañía, estos también se redujeron en 2 millones de euros. Con lo cual se demuestra que dicho plan de viabilidad se está ajustando a la perfección.
Por otra parte, con el fin de intensificar el citado esfuerzo de industrialización de los procesos comerciales, Panda Security seguirá invirtiendo en un nuevo centro tecnológico en Valencia para, según la compañía, garantizar el crecimiento futuro.
Todo esto llega tras años de tensión directiva. Y es que la compañía española ha nombrado este mismo año un nuevo CEO, Juan Santamaría, que sustituye a Fernando García Checa, que llevaba tan solo dos años en el cargo. Precisamente fue el mismo tiempo que pasó su predecesor, Diego Navarrete, dirigiendo la empresa, y solo un año menos que el anterior a este, José Sancho (CEO de 2011 a 2014).
Ahora se espera que con los números de cara haya una estabilidad corporativa y financiera para afrontar los retos de la compañía.