Huelga encubierta o falta de personal, ¿qué pasa con el metro de Madrid?

Las 08:00 horas de la mañana. Plena hora punta en la estación de Príncipe Pío. Tres líneas de suburbano que confluyen y metros que pasan con frecuencias superiores a cinco minutos, siendo en algunos casos incluso de ocho minutos. El resultado: andenes abarrotados de pasajeros que van a trabajar o estudiar y llegan tarde porque no entran en los vagones y tienen que esperar al siguiente. Este es el ejemplo que se repite a diario en prácticamente toda la línea de metro de Madrid. Pero, ¿qué está pasando realmente?

La explicación es muy simple: faltan trenes y maquinistas. No se trata de una huelga encubierta ni nada por el estilo, sino de problemas en el servicio que presta Metro de Madrid. “Desde enero llevamos diciendo que faltan muchos trenes y maquinistas para prestar mejores servicios”, denuncia Juan Antonio Ortiz, portavoz del Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro (SCMM). En concreto, calculan que se necesitan cerca de 650 maquinistas.

“Esta situación se ha agravado en verano porque ha coincidido con las jubilaciones parciales”, aseguran desde el sindicato, que calcula que ha habido 200 maquinistas menos al día entre julio y agosto. Cifra que crece hasta los 300 que faltan en septiembre al día. “Como debería haber más trenes y no los hay se nota más el problema de las frecuencias”, apuntan. En una situación normal en la que no hay escasez de personal deberían trabajar entre 1.200 y 1.300 conductores al día. Este mes no llegan a los 1.000.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»81544″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Actualmente, la plantilla de maquinista de Metro es de 1.730, cifra que los sindicatos aseguran que es incluso inferior a la de 2014 cuando el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) afectó a 260 conductores de metro, quedándose en nómina 1.800, aproximadamente. El problema es que muchos de estos profesionales optan por la promoción interna para dejar su puesto de maquinista por el de técnico en línea, por ejemplo. Y las plazas que se quedan vacías no se cubren.

El colectivo ya recordó que las contrataciones de maquinistas que Metro de Madrid está obligado a hacer en 2019 deben ser de carácter indefinido y a tiempo completo, pero temen que «busquen la fórmula para realizar contrataciones temporales y a media jornada».

Los sindicatos entienden que cuando el servicio no funciona bien el único responsable es la empresa que es quien decide qué trenes y qué número sale en circulación. Desde Metro de Madrid no han querido contestar las preguntas de MERCA2.

EL PELIGRO DE LOS ANDENES REPLETOS DE VIAJEROS

Por norma general, la frecuencia del suburbano en hora punta debería ser de entre dos y tres minutos. Sin embargo, esta es de cinco minutos, llegando incluso a llegar a los ocho o diez minutos en algunos casos. Un caos que los sindicatos califican de “peligro” porque los andenes se llenan de personas, “los viajeros lo pasan mal” y “el maquinista trabaja en peores condiciones” con vagones repletos de personas.

De hecho, casos como la explosión de la batería de un aparato eléctrico la semana pasada en la estación de Príncipe de Vergara puede suponer una “situación de emergencia” mayor. “Se abrieron las puertas, había mucha gente y fue un peligro que podría haber terminado en desgracia”, señala el portavoz sindical.

Los usuarios del suburbano madrileño llevan todo el mes de septiembre quejándose a través de las redes sociales. No solo se trata de frecuencia amplías, sino de vagones que van llenos de pasajeros como si fuera una lata de sardinas. A lo que se suma el calor del mes de septiembre en Madrid.

“Entiendo que a las 22:00 horas de la noche las frecuencias sean mayores, pero a las 8:00 horas y las 15:00 horas, cuando la gente entra y sale de trabajar, no es normal. Sobre todo, cuando se está promoviendo el uso del transporte público por encima del coche”, denuncia Rocío García, usuaria asidua de metro.

AMENAZA DE HUELGA POR PARTE DE LOS MAQUINISTAS

“Íbamos a empezar con las huelgas en el suburbano en el mes de septiembre, pero hemos decidido posponerlas para que la empresa no use los paros como excusa para tapar la falta de metros y personal”, alega Ortiz. No obstante, desde el sindicato no descartan huelgas en lo que queda de año sino consiguen llegar a una solución con la compañía y la Comunidad de Madrid.

El pasado 7 de septiembre mantuvieron una reunión que finalizó sin acuerdos. El consejero delegado de la compañía, Borja Carabante, prometió una segunda reunión, pero los sindicatos aseguran que aún no se ha producido.

No es la primera vez que los sindicatos de Metro se ponen en pie de guerra contra la empresa. Durante este año han protagonizado varios paros cuyo denominador común fue el amianto, que supuso la muerte de un trabajador al desarrollar asbestosis por estar expuesto a fibras procedentes de amianto.