El final del verano es la época de los nuevos propósitos. Es entonces cuando las personas deciden apuntarse al gimnasio o comenzar a comer de manera más saludable. Pero por encima de todas esas metas destaca la de apuntarse a clases de inglés. No importa la edad, septiembre es el mes en el que la mayoría de los españoles toman la decisión de mejorar su nivel o iniciarse en el idioma que 360 millones de personas tienen como lengua materna y más de 500 millones hablan en el mundo como segunda lengua
Aprender inglés para trabajar
Según un reciente estudio de ABA English, más de la mitad de los españoles se apunta a clases de inglés después del verano. Los motivos son de lo más variados, desde la necesidad de aprender el idioma para comunicarse con miembros de su familia o nuevos amigos, a ponerse esta meta como forma de crecimiento personal. Pero una de las razones de más peso es la de encontrar empleo o mejorar la situación laboral en la que se encuentran. La generación millenial, nacida entre los años 80 y 2000, pone de manifiesto en esta estadística que el 64% de ellos ha perdido ofertas de trabajo por no tener el nivel de inglés adecuado.
Además de para trabajar, los españoles quieren aprender inglés para viajar. En los últimos años y, gracias a la posibilidad de realizar viajes low cost, se ha experimentado una tendencia hacia el turismo fuera del país. Ahora es muy común conocer lugares como Tailandia o China. Por eso, poder expresarse en el idioma que más personas tienen como segunda lengua en casi cualquier parte del mundo es muy útil a la hora de viajar. No solo permite a quien lo habla conocer mejor las costumbres y las tradiciones locales, sino que proporciona seguridad a la hora de afrontar situaciones problemáticas, como la pérdida del equipaje en un aeropuerto o sufrir algún accidente que necesite asistencia médica.
El éxito de los nuevos métodos de aprendizaje
En la actualidad la enseñanza ha sufrido un gran cambio gracias a las nuevas tecnologías y formas de vida. Nadie se comunica como antes ni se aprende de la misma manera. Ya no es necesario sentarse en una mesa durante una hora y repetir una y otra vez palabras y estructuras gramaticales. Por eso ha surgido un nuevo movimiento en la enseñanza de idiomas que apuesta por un enfoque más práctico y distendido, que sitúa el centro las necesidades de cada alumno en lugar de métodos estandarizados y que apuesta más por los proyectos que por los exámenes.
Una de las academias pioneras en Madrid de esta nueva metodología es Hobby Languages, dónde no hay libros de texto y nadie se lleva deberes para casa. Esta academia pone el énfasis de sus cursos en la práctica y la conversación, para que el alumno alcance fluidez realizando dinámicas que incluyen intercambios de idiomas o paseos por la ciudad como parte del “temario”. La clase ya no solo se da dentro del aula sino también fuera de ella. El alumno deja de ser un agente pasivo para convertirse en una parte activa del proceso de aprendizaje.
Otra de sus ventajas es la oferta de cursos trimestrales que comienzan en septiembre, enero y abril, para todos aquellos que no disponen de mucho tiempo. Se trata de un método que se adapta a cada persona, ayudándole a avanzar a través de situaciones comunes y muy útiles que destacan por la motivación que generan en los alumnos. Sin duda, el método de enseñanza en auge que más éxito está cosechando en la actualidad entre los estudiantes.
Más info en Hobby Languages
Fuente Comunicae