Día tras día, amas de casa, personal de empresas de limpieza y muchos otros, emplean para la limpieza y desinfección de sus hogares y lugares de trabajo determinados productos de limpieza que están muy lejos de ser inofensivos. Su uso habitual ha propiciado que sean mayoría los que no prestan atención a las etiquetas que contienen los productos que están empleando, omitiendo de esta forma gran cantidad de información sobre estos productos que podrían causar graves peligros para la salud de las personas así como ser dañinos para el medio ambiente. “En todas las casas del país existen determinados productos de uso habitual, como quitaesmaltes, ambientadores y limpiadores que están categorizados como productos químicos. Por ello, y dado que suponen determinados riesgos tanto para las personas como para el medio ambiente deben ser correctamente etiquetados de acuerdo con la actual legislación vigente el la Unión Europea” comentan desde SATO Soluciones.
Los productos de uso doméstico son en ocasiones causantes de quemaduras graves en la piel y lesiones oculares esto se debe a que muchos de ellos son corrosivos. Sorprendentemente, es también muy habitual el uso de productos inflamables que podrían originar graves accidentes al reaccionar de manera adversa ante la exposición al aire o a una fuente de calor.
Esto que parece más propio del guión de una película que de la vida real, hace que no pocas personas se vean obligadas a acudir a los hospitales de nuestro país por el desconocimiento de las reacciones adversas que podrían suceder si se usan de cierta forma.
Desde SATO Soluciones quieren subrayar que “el correcto etiquetado de los productos químicos tiene una importancia superlativa para todos sus manipuladores. Además es igualmente importante que los usuarios finales sean conocedores de la nomenclatura y los pictogramas empleados en las etiquetas de este tipo de productos, ya que de poco sirve leer una etiqueta que contiene información que no se entiende” Eso evitaría muchos accidentes por la mala manipulación.
Solo los que han recibido formación al respecto, generalmente a través de cursos de prevención de riesgos laborales, entienden los peligros que pueden llegar a encerrar este tipo de productos tan habituales en los hogares.