Con el final del verano, el mundo académico vuelve a poner en marcha sus motores y se prepara para afrontar un nuevo año de actividades y formaciones
Aunque se suele relacionar este inicio de temporada con la vuelta a las aulas escolares o universitarias, todos los sectores se adaptan a su manera.
Siguiendo esta línea, la demanda de espacios y salas en los que poder realizar cualquier tipo de actividad formativa aumenta, tanto en volumen de solicitudes como necesidades a nivel logístico. Para poder responder a estos requerimientos, Gran Via Business & Meeting Center también se ha formado a lo largo de sus años de experiencia para poder dar una cobertura totalmente profesional en Barcelona.
Como son muchas las necesidades a tener en cuenta por parte de los usuarios de y organizadores de formaciones, Gran Via BC ha equipado sus salas con toda la tecnología posible: pantallas y proyectores inalámbricos, pizarras digitales así como equipo de megafonía en todo el espacio, entro otros muchos aspectos. «El cliente puede personalizar la sala en función de sus necesidades y entonces se hace a medida», explica la Center Manager, Susana de la Rubia, acerca de cómo cada empresa tiene sus propios requisitos y como el centro se ocupa de cubrirlos. Un ejemplo de ello es el servicio de cáterin que ofrece el centro, una opción que los clientes pueden escoger según sea conveniente.
«En Gran Via BC nos adaptamos a la duración de los cursos, bien sean de una mañana o de más de una semana», hace referencia De la Rubia, como ejemplo de las configuraciones que requiere cada formación y que suele dividirse en dos modelos: formaciones internas, en la que un cliente forma a su propio personal, y formaciones y presentaciones externas en las que se convoca a profesionales de otras compañías para impartirles cursos específicos sobre servicios o productos del cliente.
De entre todos los espacios disponibles en el workspace, el Salón Japonés, es el que más demanda tiene según muestran las cifras: «Es un espacio muy flexible, con acceso a terraza privada y mucha iluminación natural», resalta la Center Manager. Con una capacidad de hasta 50 personas, la terraza se convierte en uno de los puntos clave de esta sala, al permitir a sus usuarios el acceso particular al exterior dónde poder fumar o desconectar sin tener que recurrir a los espacios compartidos.
Pero en caso de solicitarse, hay otra opción de terraza en el centro, concretamente en la azotea de la sexta planta, que se convierte en un espacio único en Barcelona por la disponibilidad de servicios y su ubicación en pleno centro de la ciudad condal.
Fuente Comunicae