Ryanair: del todo gratis a cobrar por cualquier servicio

La low cost Ryanair cambia de planes y ahora quiere sacar tajada de cualquier servicio de los que antes ofrecía de forma gratuita e intentar compensar las pérdidas económicas por huelgas. Por eso, ha anunciado que a partir del 1 de noviembre cobrará entre seis y diez euros por el equipaje de mano. Política que se suma a la prohibición de subir dos bultos a la cabina de forma gratuita que ya aplicaba desde el 15 de enero.

De esta forma, la nueva política de la aerolínea permite a los pasajeros llevar una “pequeña bolsa personal” a bordo, que podrán colocar bajo el asiento de delante, pero solo los clientes que adquieran su billete como priority (pagando 6 euros más) podrán transportar también una maleta de hasta diez kilos.

Los viajeros que no pertenezcan a esta clase tendrán que facturar su maleta de diez kilos por ocho euros en el momento de la reserva, que serán depositadas en la bodega del avión. Para estos usuarios, Ryanair solo les permitirá un bolso de mano gratis cuyas dimensiones no podrán superar 40 x 20 x 25 cm. Además, los clientes que viajan con un bebé (niños menores de dos años) también pueden llevar una pequeña bolsa para el niño (5 kilos) sin cargo.

Ryanair
Política de equipaje en Ryanair a partir del 1 de noviembre de 2018.

Anteriormente, todos los clientes no prioritarios podían traer uno bolsa de mano (pequeña) y una bolsa grande (con ruedas) sin cargo. La nueva política lo prohíbe.

Esta medida se activará en las puertas de embarque a partir del 1 de noviembre de 2018 y para las reservas realizadas después del 1 de septiembre de 2018. Ya en enero, Ryanair puso fin a embarcar con dos bultos de forma gratuita. Antes y bajo unas estrictas medidas era posible introducir dos maletas en cabina sin sobrecoste. Ahora solo aquellos usuarios con embarque prioritario –incluido en las tarifas Plus, Flexi Plus & Family Plus– podrán subir dos bultos de equipaje de mano al avión.

GANAR TIEMPO Y DINERO

Ryanair alega que esta medida está motivada por los retrasos que sufrían sus aviones al tramitar el equipaje y, además, porque algunos clientes llevaban maletas de un tamaño superior al permitido.

Por ello, la irlandesa quiere rascar tiempo. El éxito del modelo low cost se basa en tener constantemente aviones volando. Cuando una aeronave de la aerolínea aterriza, en apenas una hora ya está preparada para volar a otro destino. Aligerando el embarque ese tiempo podría cumplirse o reducirse sin problemas.

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Pero no solo se trata de ganar tiempo, sino con este servicio complementario espera que los usuarios paguen la tarifa priority, cuyo coste es de 6 euros. Una manera de asegurarse unos ingresos mínimos. Solo el 30% de los pasajeros compra actualmente este tipo de billete, mientras que otro 30% viajan con solo con un bolso de mano (pequeño) gratuito. Así, las posibilidades de conseguir incrementar el número de pasajeros que paguen los 6 euros de la tarifa priority son elevadas con esta medida.

COMPENSAR LAS HUELGAS

Para Facua esta una estrategia responde a un intento por parte de Ryanair de «compensar los gastos que le han ocasionado las compensaciones a los pasajeros de las pasadas cancelaciones de vuelos» y critica que las medidas adoptadas «sean gravar más a los usuarios en lugar de contratar más personal que agilice los embarques». En julio y agosto la compañía de bajo coste ha sufrido huelgas por parte de los tripulantes de cabina y de los pilotos.

Para la asociación «las aerolíneas están devaluando las prestaciones por la compra de pasajes para vender como extras cuestiones tan básicas como poder sentarse al lado del acompañante o realizar el embarque con varios días de antelación».