sábado, 14 diciembre 2024

La sombra de la corrupción planea sobre los derechos del fútbol

Ildefonso de Miguel, mano derecha de Ignacio González -expresidente de la Comunidad de Madrid-, mente pensante de la plataforma Opensport y detenido en el ‘caso Lezo’, es la persona que está detrás de la recompra de los derechos del fútbol a Movistar. Todo ello sumado a contratos en negro y deudas con los proveedores.

La empresa de servicios en streaming de Ildefonso pretende emitir LaLiga, Champions League, Europa League, Copa del Rey, Liga 123 y los mejores partidos de la Premier League, la Bundesliga o la Ligue 1 francesa, según han publicado diversos medios. No obstante, la negociación sobre los derechos de algunas de estas competiciones todavía no está cerrada por completo, tal y como ha hecho público Telefónica a través de la prensa.

Lo curioso de la situación es que este anuncio se produce tan sólo 11 días después del cese de Ildefonso como administrador único de la compañía. Su lugar lo ocupa ahora su hijo, Guillermo De Miguel Ruano. Este trueque de cargos parece un intento de limpiar el nombre de la compañía y alejarla de sus posibles vinculaciones indirectas con el ‘caso Lezo’.

Lo cierto es que el cambio ha obtenido un resultado inmediato, porque tan sólo una semana y media más tarde Opensport ha conseguido uno de los contratos más jugosos del panorama nacional. De hecho, si finalmente consigue todos los derechos, habría ganado la batalla a Mediapro -tiene el 50% de los derechos de Bein Sport-.

Pero no es el único movimiento extraño que ha sucedido en la empresa desde su creación en el año 2013. La sociedad Obwan Network and Services, que está detrás de Opensport, nace con un capital de 3.000 euros, pero a comienzos de enero del año 2017 sufre un desembolso de capital de 850.000 euros, para luego reducir capital de nuevo y dejarlo en 3.000 euros el 10 de julio de este año 2018, según datos aportado al registro mercantil que recoge Insight View. Es decir, se produce una reducción de capital, justo un mes antes que Ildefonso De Miguel fuera cesado como administrador único y dejar a su hijo al frente. Es lo que los expertos llaman ‘operación acordeón’ y podría ser utilizado para amortizar pérdidas de ejercicios anteriores.

De todos modos, la noticia de la compra de los derechos del fútbol no sólo llama la atención por la implicación de De Miguel, también por el estado en el que se encuentra la empresa. Hasta la fecha, esta plataforma digital sólo emitía en streaming los partidos de la Liga 123 y contaba con poco más de 1.000 abonados. De hecho, estaba muy cerca de entrar en concurso de acreedores y sólo contaba con dos trabajadores, según datos de Insight View.

Antes de adquirir los derechos de la Liga 123 -por valor de 20.000 euros- también emitió el pasado curso los Clásicos entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona y los campeonatos de MotoGP, Superbikes, Formula E y la Nascar. Este volumen de negocio es difícilmente absorbible por dos trabajadores. ¿El truco? Muchos de los empleados que trabajaban en las oficinas situadas en la calle Burgohondo 4 eran de otra compañía de Ildefonso, Safeview y otros eran falsos autónomos.

«Siempre he cobrado en negro, sin ningún tipo de factura o justificación por mi trabajo realizado en la plataforma», afirma a MERCA2 un exempleado de Opensport. Este trabajador afirma que subía una vez al mes a las oficinas de la empresa y que le pagaban en metálico. «Los últimos meses me hacían transferencias», explica otro trabajador.

UN ‘PELOTAZO’ DE 1.000 ABONADOS

En realidad, la base del éxito de De Miguel es conseguir mantener a flote una empresa repleta de deudas hasta pegar el ‘pelotazo’ de la recompra de los derechos del fútbol a Movistar. De hecho, el sustento de este triunfo también está en la mala situación en la que se encuentra la plataforma con tan sólo 1.000 abonados. Porque el precio de compra de los derechos viene marcado por la relación de número de usuarios de la empresa. Por lo tanto el precio es mucho menor que si lo hubiera querido adquirir Bein Sport, por ejemplo.

Las preguntas son: ¿quiénes son los inversores que han apostado por una empresa con esta deuda? y ¿desde cuando conocía De Miguel que se iba a producir esta inversión para aguantar con la empresa?

Lo que se desconoce es de dónde proviene la financiación para comprar el paquete del fútbol en streaming, porque la empresa estaba en la más absoluta ruina. De hecho, existen algunos proveedores a los que aún debe dinero. Aunque también es cierto que hay muchos otros que ya han llegado a un acuerdo de pago tras el anuncio de esta compra.


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