La jubilación obligatoria: ¿una vulneración de derechos?

La discriminación laboral por razón de sexo o raza es ampliamente conocida, estudiada y condenada; pero podría existir otro tipo, menos conocido, pero también injusta y que supone un verdadero drama para muchas familias. Aunque lo peor es que esta exclusión no es contra un grupo social concreto, cada persona de este mundo podría llegar a ser víctima la discriminación laboral por edad.

El 12% de todo el paro de España corresponde solo a los mayores de 55 años. El problema no es solo el alto número, que desde el comienzo de la crisis se ha triplicado, sino que su situación es crítica, ya que es el grupo social con mayor paro de larga duración, 4 de cada 10 ya no reciben ayudas públicas. La realidad es que su edad es la clave del problema y muchas asociaciones afirman que están sufriendo una auténtica discriminación comparable a la racial o la de género.

La Fundación Adecco ha realizado estudios sobre este tema y sus conclusiones son alarmantes. Según estos, la mitad de los currículums enviados por mayores de 55 años son descartados de forma automática. Además, sus resultados reflejan que el 77% de los parados en esta edad lleva más de un año es esta situación, de hecho el 70% cree que nunca más volverá a trabajar.

MOTIVO DE LAS EMPRESAS: PREJUICIOS Y JUBILACIÓN OBLIGATORIA

La tendencia a no contratar gente mayor ocurre por tres motivos fundamentales según la asociación Edad Sin Fronteras, una coalición de plataformas civiles contra la discriminación por edad.

El primer motivo que la organización da son los prejuicios: «Uno de los más extendidos es que los jóvenes dan mejor imagen, pero eso es una discriminación, con ese mismo argumento podrían contratar blancos en vez de negros u hombres en vez de mujeres. Esas razones empresariales son ilegítimas y discriminatorias», aseguran desde la asociación.

Otro de los prejuicios más extendidos según Edad Sin Fronteras es que las personas más mayores tienen actividades que están «desactualizadas» y también afirman que «si se mantuvieran en la profesión no se daría esto, el problema es que no les contratan durante mucho tiempo, pero pasaría igual con cualquier otro segmento de la población independientemente de su edad».

El salario es también una de las claves, según la plataforma: «A los jóvenes les van a pagar menos, eso se ve en el periodismo que hay hoy en día. Es absolutamente vergonzoso en la gran prensa, porque a los periódicos les resulta más barato contratar a becarios en vez de profesionales y las redacciones se llenas de gente sin experiencia».

Y por último, el motivo más importante por el que se da la discriminación sería la jubilación obligatoria, que acaba con la proyección de futuro del trabajador en la empresa. Desde Edad Sin Fronteras denuncian que «el hecho de que el Estado te obligue a terminar de trabajar es una vulneración de los derechos humanos, concretamente en el artículo 23, donde dice que todas las personas tienen derecho al trabajo».

Este último punto ha sido resaltado en los países donde se ha abolido la jubilación obligatoria, concretamente en el estudio previo a la misma en Canadá se denuncia esto y se afirma además que ningún sistema de pensiones será sostenible a largo plazo a menos que esta sea voluntaria

«EL GOBIERNO FOMENTA LA DISCRIMINACIÓN POR EDAD POR IGNORANCIA E INTERÉS POLÍTICO «

Las empresas no serían las únicas responsables de este problema. Según Edad Sin Fronteras, los políticos «fomentan esta discriminación de forma abierta» y por culpa de esto «se ha creado un cultura muy peligrosa donde a mayor edad, se está más marginado y despreciado a nivel laboral y social.

El problema, según la asociación, es que se ha creado una discriminación positiva contra los mayores en pro de la gente joven. Esto formaría parte de una compaña política para comprar, mediante ayudas especiales, el voto joven que «es el más influenciable».

Por otra parte, estas medidas como vivienda joven, becas, subvenciones a empresas que contratan gente joven, etc., serían fórmulas para solucionar el paro juvenil, que es tremendamente alto (37,4%).

Pero esta asociación denuncia que el desempleo de los jóvenes es estructural y que «no se va a arreglar a través de la discriminación positiva como se hace en EEUU con la población negra. La discriminación positiva en ese caso tiene sentido, porque a los negros se les sumió en la pobreza, se les robó su identidad y todo eso tiene consecuencias en la actualidad por lo que darles ventajas es ayudar a la sociedad a llegar a una igualdad, pero con los jóvenes esto es absurdo porque no se les ha quitado nada nunca. Que un hombre mayor esté trabajando para pagar una casa y no pueda, pero con sus impuestos esté pagando una subvención para que los jóvenes puedan comprar una casa a un precio muy barato no tiene lógica».

Como alternativa a la situación actual de falta de empleo para la gente joven, Edad Sin Fronteras propone la creación de una legislación fuerte que evite el abuso sistemático de los mismos en trabajos como becario o prácticas profesionales.

LA REGULACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN POR EDAD

Existen muchas fórmulas para acabar con este problema, algunas como el currículum ciego serían una ayuda, pero posiblemente no resolviesen el problema de fondo. La plataforma contra la discriminación por edad propone hacerlo a través de una regulación propia que proteja a este grupo social concreto como la que existe para personas LGTBI.

Las medidas que proponen son muchas pero su eje es la abolición de la jubilación obligatoria (que esta solo se pueda dar por pruebas individuales de aptitud). Además piden una fiscalía específica para delitos de discriminación por edad y que se prohíba la discriminación en vivienda, sanitaria, créditos bancarios y que se cambien todas las medidas que legislan por edad.