Tres años han pasado desde que el Eurogrupo y Grecia pactaron un tercer rescate al país heleno por valor de 61.900 millones de euros aportados por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). ¿Cómo han evolucionado los grandes índices macroeconómicos en Grecia y España durante este periodo?
Los consecutivos recortes en pensiones, la austeridad institucional y las subidas de IVA dirigidas desde los despachos de la troika han ahogado al pueblo griego. Era el coste a pagar por el rescate a un país quebrado, sin futuro en la Unión Europea. Atados de pies y manos, los políticos helenos han capeado la ira de sus ciudadanos, sobre todo los pensionistas, y a partir de ahora recuperan las riendas económicas del país siempre bajo la atenta mirada de los socios europeos.
España es un caso diferente. El rescate a la banca en 2012 se vendió como un “crédito en condiciones favorables” y permitió el saneamiento y reestructuración del sector financiero español. En la actualidad, ha devuelto de forma voluntaria más de 17.600 millones de euros del préstamo total, que se cifra en hasta 70.000 millones de euros.
ESPAÑA Y GRECIA EN NÚMEROS
Bañados por el Mediterráneo, cruzados por el paralelo 40º y muy vinculados por el peso del turismo en sus economías. España y Grecia tienen el dudoso honor de pertenecer al grupo que los anglosajones denominaron PIGS (cerdos en inglés) junto a Portugal e Italia. Aunque los que más se emborrachan y hacen “balconing” en las costas de estos dos países tienen como lengua materna el idioma de Shakespeare. Eso es otra historia.
En estos tres años, España ha sido un ejemplo de país para los políticos y analistas desde el punto de vista económico. Su Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido un 5,7 % y el paro ha caído más de un 7 %, lo que ha permitido que la temida prima de riesgo cayera más de 50 puntos básicos (casi un tercio). En el caso de Grecia, el PIB ha seguido bajando (-6,77 %), pero también lo ha hecho el paro (-5,58 %). Ambas balanzas comerciales son negativas, hay más importaciones que exportaciones, pero la española se mantiene estable mientras la griega ha ahondado sus números negativos.
Del mismo modo, la deuda pública española (98,8 % del PIB) está lejos de los niveles en los que se mueve la helena (180 %), aunque son muchas las voces autorizadas que piden al Gobierno español que la reduzca ahora que la economía vive un ciclo expansivo.
Sin embargo, hay algunos datos que no dejan muy bien la evolución de España comparada con nuestro vecino mediterráneo. El índice de población en riesgo de pobreza o exclusión social en España se mantiene por encima del 25 %, según los datos de Eurostat. Además, resulta curioso que el salario medio haya crecido más en Grecia (+3,87 %) que en España (+0,22 %) durante el trienio 2015-2018, si bien el trabajador español medio cobra seis mil euros más anuales que uno heleno.
Las Bolsas de ambos países no están en sus mejores momentos. De hecho, los principales selectivos de España y Grecia muestran número negativos. El Ibex 35 ha caído un 12,76 % desde junio de 2015 hasta la actualidad (a cierre de 20 de agosto), lo que supone un 2 % más que el índice heleno, el Athex 20.
El escenario de Grecia habría sido mucho peor sin la ayuda de sus socios europeos y las duras directrices de los ‘hombres de negro’, pero como suele pasar los más perjudicados siempre son los ciudadanos medios. No solo en Grecia. Es universal. Reducción de salarios y pensiones e incremento de impuestos directos e indirectos castigan la clase media de los países y hacen más grande la brecha entre ricos y pobres.