Siempre que hay una huelga alguien sale ganando. Y en los paros de tripulantes de cabina de Ryanair es la competencia de la low cost la que pretende sacar tajada. British Airways (BA) y EasyJet han extendido sus campañas de contratación de TCP con vistas a arrebatar empleados a la irlandesa.
Ryanair ha advertido que puede despedir a 300 pilotos y tripulantes de cabina en Dublín, al recortar un 20% su flota en esta base. El jefe de personal Eddie Wilson ha aconsejado al personal que se mude a Polonia si quieren mantener sus trabajos, ya que la intensificación de los disturbios laborales desencadena cancelaciones de vuelos generalizadas. La Asociación Europea de Pilotos (ECA) ha calculado que Ryanair despedirá a 100 pilotos y 200 tripulantes de cabina en las próximas semanas.
British Airways extenderá hasta el 5 de agosto una campaña de contratación de pilotos “a la luz de las noticias de la industria”, según un gerente de reclutamiento en LinkedIn. Por su parte, EasyJet ha anunciado planes para agregar 1.200 asistentes de vuelo.
De esta situación en Dublín también se aprovechará Norwegian Air, criticada por Ryanair el año pasado por contratar cientos de pilotos de la irlandesa. Ahora, se está expandiendo en Dublín. Norwegian opera los mismos Boeing 737 que Ryanair, por lo que cualquier cambio con la noruega facilita el aprendizaje.
En el caso de BA, los pilotos que quieran unirse a BA necesitarían un nuevo entrenamiento para volar los Airbus 320 utilizados por el holding IAG. Pero los asistentes de vuelo pueden realizar transferencias entre aerolíneas con mayor facilidad.
Ryanair ha cancelado más de 600 vuelos en España, Portugal, Bélgica, Italia e Irlanda entre el 25 y el 26 de julio por la huelga de tripulantes de cabina. Estos exigen que se aplique a sus trabajadores la legislación nacional de cada país en el que opera, aplicando las mismas condiciones laborales a todos los TCP, tanto de la propia empresa como los contratados por agencia o ETT. Pero la aerolínea no ha accedido a sus peticiones.
Las aerolíneas de todo el mundo han estado lidiando con una escasez general de pilotos durante años, mientras que el crecimiento del sector europeo low cost está impulsando la demanda de tripulación de cabina justo cuando el enfrentamiento de Ryanair con sus empleados se calienta.