En plena lucha contra el malvado diésel, los profesionales del taxi ven lejana la electrificación de su flota y calculan un mínimo de diez años para la adaptación completa de sus vehículos a los motores eléctricos o alternativos.
Emilio Domínguez, secretario técnico de Fedetaxi, es rotundo: “No hay posibilidad de sustitución del diésel por un parque de vehículos eléctricos ni las ciudades están preparadas”. La transición energética va más allá de cambiar todos los coches de motor diésel por otros alternativos como el híbrido, el eléctrico o el de gas natural. “Los puntos de recarga son muy escasos, ni siquiera hay modelos homologados para comprar como taxis eléctricos, el número de kilómetros que realiza un taxi implica tiempos de recarga largos salvo que sean puntos de recarga rápida (muy pocos) y las infraestructuras tampoco están preparadas”, añade.
Esta década que se apunta desde la federación más representativa del sector en España es un punto de partida. “Todo también depende de las inversiones que hagan en infraestructuras, puntos de recarga, avances tecnológicos de las baterías y del propio precio de los coches eléctricos”, explica Emilio Domínguez. “La transformación energética no se hace por voluntad; son actividades profesionales a las que les tienen que salir las cuentas”, enfatiza el secretario técnico de Fedetaxi.
En España hay en la actualidad 3387 puntos de recarga para vehículos eléctricos, según el portal Electromaps. En concreto, 591 (a 31 de diciembre de 2017) son de recarga rápida y el 47,9 % se encuentran instalados en Madrid o Cataluña. Por comparar, al cierre de 2017 había alrededor de 11.500 gasolineras repartidas por todo el país (la mayoría con más de un surtidor de gasóleo y gasolina).
La ley impide que un taxi en España tenga más de diez años. Cada comunidad autónoma tiene la potestad legislativa de poner fecha al fin de los vehículos diésel en este sector. Por ejemplo, la nueva Ordenanza Reguladora del Taxi del Ayuntamiento de Madrid establece que a partir del 1 de enero de 2020 sólo podrán prestar servicio vehículos ECO, CERO, o diésel Euro 6, excepto aquellos adquiridos antes del 14/12/2012. En el caso de eurotaxis (vehículos taxi adaptados para el transporte de personas con movilidad reducida), la fecha se amplía hasta el 1 de enero de 2025.
Por ilustrar a cuántos taxistas afecta la medida, la última relación actualizada de vehículos taxi que elabora el Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid contabiliza 15.652 taxis. De ellos, el 58,1 % son diésel (9.090) y solo el 0,08 % eléctricos (trece).
Las comunidades autónomas cuentan con subvenciones anuales para la compra de vehículos con motores eléctricos y para eurotaxis. El criterio de concesión varía: por orden de entrada de la solicitud, por antigüedad de la licencia, etc. No obstante, tal y como indica Emilio Domínguez, “se agotan enseguida porque las partidas económicas son irrisorias”. “Se llenan la boca diciendo que ofrecen ayudas, pero cuando se acaba la línea económica deja insatisfecha a muchísima gente”, ahonda.
EL TAXI, TRANQUILO ANTE EL ‘DIESELAZO’
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, soltó la bomba la semana pasada. “El diésel tiene los días contados; durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida”, declaró.
El nuevo Ejecutivo de coalición, con Pedro Sánchez al frente, ha anunciado una serie de medidas que preocupan mucho a los propietarios de vehículos con motor diésel. Más impuestos y una subida que puede llegar al 28,6 % en el precio para el gasóleo. De momento, solo palabras.
Desde Fedetaxi están en continuo contacto con el Gobierno en general para tratar asuntos del sector y el Ministerio de Fomento en concreto. “El ministro José Luis Ábalos nos ha prometido que el ‘dieselazo’ deja fuera a los vehículos de transporte profesional”. declara Emilio Domínguez. Otra cosa, apostilla, “es lo que se publique en el BOE”. Dentro del concepto de gasóleo profesional (que tienen el retorno de la devolución del gasóleo profesional) están incluidos taxistas, transportistas de mercancías y los autobuses.
Quedan fuera de este concepto los taxis sin taxímetro, es decir, los rurales (que suman casi 10.000 en España). “Hemos solicitado que los incorporen porque hacen muchos kilómetros, sobre todo interurbanos”, incide el secretario técnico de Fedetaxi.
A corto plazo, el sector del taxi afronta con “cierta tranquilidad dentro de lo malo” la situación actual tras las conversaciones con el nuevo Ejecutivo. Los mayores problemas llegarán en la próxima década si siguen adelante los planes de eliminar los motores diésel de las carreteras españolas.