Siguen las aguas revueltas en Deutsche Bank. Cuando apenas llevaba un par de semanas en el cargo (llegó el pasado mes de abril) el nuevo CEO de la compañía, Christian Sewing, reveló cuál sería la estrategia de la entidad para salir a flote de la mala situación. Ahora, los principales accionistas del banco creen que debe ser más concreto para mantener su confianza.
De esta manera, cuatro de los principales inversores de la entidad quieren que el consejero delegado haga públicos más detalles sobre los planes de desinversión esta semana, justo cuando se produzca la presentación de resultados del segundo trimestre del ejercicio. Según fuentes a las que ha tenido acceso Bloomberg, los accionistas necesitan conocer estas medidas, sobre todo las que sean «más radicales».
Según la administradora de fondos de Union Investment, Alexandra Annecke, que posee aproximadamente un 0,15% del banco, «la cuestión crucial para los inversores es conocer cómo será de profunda la reestructuración que Deutsche Bank necesita para lograr una rentabilidad sostenible».
El plan de reestructuración de Sewing, el cuarto en tres años para Deutsche Bank, se centra en más recortes de empleo y reducciones en su banco de inversión. Asimismo, uno de las ramas de negocio más afectadas será la de renta variable. No obstante, el CEO ha asegurado que, pese a todo, la banca de inversión seguirá siendo fundamental en el negocio de la entidad, puesto que representa al menos la mitad de los ingresos del banco.
Pese a todo, Deutsche Bank han intentado durante años redimensionar su negocio de préstamos y no ha conseguido que sea sostenible. Como resultado, los ingresos han disminuido más rápido que los costes, erosionando aún más la rentabilidad y dejando a los inversores y clientes preguntándose cuándo y cómo se detendrá la contracción.
DEUTSCHE BANK, SIN SÍNTOMAS DE MEJORA
Habrá que esperar a conocer esta semana los resultados del segundo trimestre para saber si las cifras previas que ha dado a conocer Deutsche Bank se encuentran dentro del optimismo que ha marcado la compañía. Algo que impulsó la semana pasada en repunte en la Bolsa alemana. Pese a todo, se muestra como uno de los peores valores financieros en todo el continente.
Entre las medidas que ha dado a conocer Sewing, se sabe que reducirá los tratos del banco con los fondos de cobertura, su negocio de tarifas en Estados Unidos, su huella de acciones a nivel mundial y las finanzas corporativas en Estados Unidos y Asia. Pero varios analistas han asegurado que es posible que haya medidas de mayor calado a estas anunciadas. Incluso, un informe de Citigroup estima que una de las medidas más radicales sería abandonar el mercado bursátil en Estados Unidos.
Pese a todo, los analistas estiman que las manos de Sewing están atadas ya que otro cambio de planes erosionaría aún más la moral del personal y podría requerir una nueva ampliación de capital. Por ello, el analista de UBS, Daniele Brupbacher, cree que «Deutsche Bank no puede permitirse un cambio radical de estrategia en este momento». Asume que una posible mejora en los ingresos será clave para realizar una estrategia corporativa más moderada.
Steven Arons para Bloomberg