jueves, 12 diciembre 2024

Famaex, el ‘David’ que quiere competir con Eulen y Acciona

Esta empresa con menos de dos años de vida amenaza un oligopolio donde destacan Eulen o Acciona. Para ello emplea la misma fórmula que ya utilizó Cabify o Uber en su empeño de acabar con el monopolio del taxi. La tecnología ha atropellado a las compañías tradicionales y Famaex quiere pescar en río revuelto. De momento, los datos le avalan.

En anteriores artículos, MERCA2 ha reflejado el arcaico modelo que todavía reina en el sector inmobiliario. Los grandes magnates del ladrillo han envejecido al mismo ritmo que el parque de viviendas en España. Su poderío y la falta de competidores les ha instalado en la comodidad. Aunque lo cierto es que poco a poco y gracias a muchos emprendedores el negocio comienza a cambiar. De hecho, empresas como Housfy ya miran cara a cara a grandes promotoras e inmobiliarias de España.

Pero si añejo es el sector de la compraventa y el alquiler de inmuebles, no lo es menos la gestión del mantenimiento y de las reparaciones de los activos inmobiliarios. En este caso, el pastel se lo reparten cuatro o cinco compañías y las grandes aseguradoras. Por esta razón, y motivado por una idea surgida en Estados Unidos, nace Famaex. Esta empresa ha pasado de ser el invitado de la fiesta, que se queda en la esquina recogiendo caramelos, a querer coger el palo para golpear a la piñata. Y lo cierto es que el objetivo está muy cerca. Clientes como Samsung, Aristrocrazy o la cadena de restaurantes Tagliatella ya confían en sus servicios para el mantenimiento de sus locales.

El embrión de Famaex surge en el año 2016 gracias a la inversión de cuatro emprendedores que deciden aplicar la tecnología en el ‘facility management’ (gestión de los edificios y sus servicios). Lo cierto es que este modelo ya existe en países como Estados Unidos -lugar de donde precisamente extraen la idea-.

Nos dimos cuenta que en Europa hay un mercado de 600.000 millones de euros. El tema del facility management estaba muy anticuado», afirma Enrique Criado Cámara, CEO de la compañía, que recientemente ha tenido que cambiar de oficinas debido a su crecimiento. «Con la primera ronda de financiación -junio del año 2017-  formamos un equipo de diez personas. Ahora somos 16 y pronto seremos 18», explica Criado.

«Nuestro modelo está basado en el de Cabify o Uber»

Al final, el éxito de Famaex reside en la inteligencia para haber detectado una oportunidad de negocio en un sector anticuado. Aunque todavía existen terrenos vetados para nuevos emprendedores como Criado: «La gestión de un edificio entero es más fácil y aquí no vamos a competir. Es muy sencillo que empresas como Eulen o Acciona gestionen todo un bloque con sus propios trabajadores: conserje, limpiadora, mantenimiento…», explica el máximo responsable de la compañía.

Por este motivo, sus fuerzas se concentran en empresas multipunto (pymes con varios locales o franquicias). La estrategia no es mala si se tiene en cuenta que entre un 90% y un 95% de la economía española pertenece a este grupo de empresas.

«Nuestro modelo está basado en el de Cabify o Uber. Es decir, tener muchos proveedores conectados con nuestra tecnología, de forma que cuando el cliente tenga una avería pueda ir el que esté más cercano», explica Criado. Una avería reparada a golpe de ‘click’ y con un tiempo de respuesta de no más de tres horas en casos de emergencia. «Yo me estoy comiendo parte del pastel gracias a mi flexibilidad y a la tecnología», afirma el CEO.

Lo que propone Famaex es simplificar la burocracia y los trámites para que el negocio de su cliente no sufra interrupciones. Por este motivo, ofrecen todo tipo de facilidades al usuario. La primera y la más evidente es la oportunidad de contratar sus servicios a través de internet. Pero lo importante es la capacidad de reacción y la información que aporta esta empresa al proceso de reparación.

«Mantenemos al tanto en todo momento al cliente de lo qué sucede con su avería. A través de nuestra plataforma puede comprobar el momento en el que proveedor ha aceptado el encargo, el preciso instante en el que el técnico ha llegado al lugar del desperfecto, recibe un presupuesto y cuando el trabajo está terminado le enviamos una foto para que compruebe que todo está en orden», explica Criado.

LAS ASEGURADORAS TAMBIÉN RECELAN

Pero las tradicionales compañías de mantenimiento no son las únicas enemigas de Famaex. Las aseguradoras también mantienen un actitud recelosa porque también han intentado penetrar en la actividad del mantenimiento de locales. «Las aseguradoras quieren meterse en el mundo del mantenimiento con los mismo métodos que utilizaban y con la misma gestión de red que realizan para los seguros. Se están equivocando», afirma Criado.

El problema es que el inmovilismo de las aseguradoras ahoga a sus proveedores porque han de afrontar más trabajo y en muchas ocasiones por menos dinero. Esto repercute de manera directa y muy negativa en el trabajador, que es la persona que al final tiene que reparar la avería. «Muchos profesionales están cansados de este trato y están escuchando nuestra propuesta de atender a nuevos segmentos de clientes en el sector privado, e ir directamente al ‘BtoB’. Al final ofrecemos mejores márgenes, se valora el servicio…», afirma el máximo dirigente de Famaex. En la actualidad, tienen una red de profesionales de más de 1.000 personas.

FAMAEX PLANEA SALTAR A EUROPA

El ritmo de crecimiento de la compañía es tal que a finales de año tienen previsto una nueva ronda de financiación que afiance el modelo. Porque la idea es saltar al mercado portugués el próximo curso y a Francia e Italia en el año 2020. Además, Criado tiene en mente abordar el ‘real estate’, aunque todavía no sabe cómo. El suelo residencial es un objetivo, pero han de encontrar la fórmula adecuada. En este sentido, hay que tener en cuenta factores como el horario. El sector terciario tiene una actividad fija, pero un hogar nunca duerme y la avería puede surgir en cualquier momento.

A modo de ‘entrenamiento’, Famaex tiene entre sus clientes a grandes compañías de apartamentos turísticos. De hecho, tienen cerca de 1.000 pisos en su cartera. «Nadie quiere hacerse cargo de este sector y a nosotros nos va muy bien. En este caso, el volumen de trabajo se concentra durante los fines de semana», afirma Criado.


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