domingo, 15 diciembre 2024

Endesa se enfrenta al contratiempo de Vandellós y la pérdida de clientes

Dentro de unos días toca semana grande de resultados. Las principales empresas del Ibex-35 desnudan sus cuentas semestrales y toca dar la cara. Una de las que tendrá que dar explicaciones, según estima el mercado, es Endesa. Diversos factores lastrarán su crecimiento en los primeros seis meses del año.

Pese a un comienzo de ejercicio bastante sólido, según un análisis de Bloomberg Intelligence (BI), los ingresos de Endesa podrían tener una desaceleración en el segundo trimestre del año con respecto al mismo periodo del año anterior. Y eso que hay diversos imputs que deberían tirar del resultado operativo hacia arriba.

Según destacan los analistas, la gran recuperación que ha habido en la producción hidroeléctrica en los meses tardíos de la primavera debería fortalecer sus números en este segmento. Del igual modo, el alza en los precios de la energía debería recaer de forma positiva en los márgenes de beneficios, puesto que energías de generación más barata como el carbón no se ha ofrecido en el pool de venta.

Asimismo, y curiosamente pese a la valoración negativa, los analistas estiman que la remuneración adicional por la expansión de las actividades de distribución debería suponer un impulso adicional a los ingresos, pero los aspectos negativos de la balanza tendrán un peso importante: problemas en la central nuclear de Vandellós y la pérdida de clientes en el negocio de suministro.

ENDESA ENCUENTRA DOS PROBLEMAS

La central nuclear de Vandellós (Tarragona) está parada desde antes de la primavera, y su puesta en funcionamiento no será posible hasta mediados de este verano. Todo se debe a los trabajos de reparación de una fuga de agua en el sistema de refrigeración que, a su vez, han empalmado con las tareas, ya previstas y programadas, de recarga de combustible que hubo en mayo.

Endesa (72%) e Iberdrola (28%) son los propietarios de esta planta, y ya desde el mes de marzo se sabía que el impacto en las cuentas sería visible. Sobre todo porque la mala suerte, quizá, ha acompañado todo el proceso de cierre.

Y es que distintos percances han provocado que Vandellós encadenase varias semanas de inacción. A primeros de marzo un poro en una válvula del sistema de refrigeración del reactor nuclear obligó a detener la actividad. Pese a la incidencia, la central se encontró en todo momento en «condición segura». Incluso, ha habido un incidente este mismo mes de julio donde, además, no se han dado demasiadas explicaciones sobre lo ocurrido.

El otro asunto al que remiten los analistas tiene que ver con la pérdida de clientes en el negocio de suministro. El más sonado ha sido el Ayuntamiento de Barcelona. Y es que el consistorio de Ada Colau dejará de pagar 34 millones de euros a Endesa, que pierde así uno de sus clientes más importantes. La luz de toda la red pública la suministra ahora Barcelona Energía, una eléctrica pública a la que se podrán acoger familias a partir de enero.

La compañía presidida por Borja Prado se queda así sin la factura de semáforos, farolas, bibliotecas, colegios públicos, sedes oficiales municipales, pabellones públicos, y cualquier otro inmueble cuyo titular sea el Ayuntamiento de Barcelona.


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