Primero fueron las personas que viven solas o sin pareja. Los conocidos como singles. Pero ahora se ha puesto de moda otro tipo de viajero: aquel que vive en pareja pero que, a la hora de disfrutar las vacaciones, cada uno lo hace por su lado.
El número de parejas que viajan por separado ha aumentado en un 500% durante los últimos años, según la agencia para viajeros en solitario Yporquénosolo. Como consecuencia, y en 2017, el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizó alrededor de 4.500 agencias de viajes (en 9.500 puntos de venta) especializadas en escapadas para viajeros en solitario. En total, movieron 32,6 millones de viajes.
“La aparición de tantas nuevas agencias dirigidas a estos viajeros individuales es una buena noticia para nosotros. Nos reafirma que, lejos de ser una moda pasajera, el viajar solo es una sólida tendencia de turismo en España que ha venido para quedarse”, afirma Santiago Rey, fundador de Yporquénosolo.
VACACIONES SOLITARIAS
La pregunta es qué buscan aquellas personas que, teniendo una relación sólida con su pareja, deciden dar el paso de embarcarse en solitario en sus vacaciones. No se trata de una sola causa, sino que hay varias que favorecen el fenómeno.
Por ejemplo, una de ellas es la búsqueda de nuevas experiencias. Otra tiene que ver con el estresante mundo que nos ha tocado vivir. En cuatro de cada diez matrimonios son los dos cónyuges los que trabajan por lo que, en más ocasiones de las que se piensa, las vacaciones de ambos no coinciden.
Además, a ello puede añadirse otro elemento determinante: los hijos. Cuando se tienen, es posible que no haya nadie con quien dejarlos en el periodo vacacional, por lo que uno de los miembros de la pareja tiene que quedarse con ellos. En otras ocasiones, sí cabe esa posibilidad, pero el matrimonio, o la pareja, no quiere dejarlos con nadie.
Que se sea pareja no quiere decir, por imperativo legal, que se compartan todos los gustos. Por eso, muchos viajeros desean experimentar un tipo de viaje que a su otra media naranja no le convence en absoluto. ¿Por qué debe privarse una de las partes? Ahí está otro motivo para viajar solo.
Además, puede darse el caso de que lo que se desea sea un viaje tipo aventura, en el que la actividad física esté presente. Un sueño para una parte, pero una pesadilla para la otra. ¿Por qué quitarle el capricho? O la elección de destinos exóticos que no convencen por los motivos que sean. “Con esta fórmula, la persona puede vivir y disfrutar la experiencia sin preocuparse por cómo se sentirá su pareja haciéndolo”, señala Santiago Rey.
Viajar en épocas de temporada baja, alejados del tumulto y del bullicio que impera en temporada alta, o conocer otro tipo de gente también están entre los motivos que incitan a coger vacaciones en solitario.