El sueño chino de Tesla puede convertirse en pesadilla

El desembarco de Tesla en China puede salir muy caro a Elon Musk. Los analistas de Bloomberg calculan una inversión inicial de 10.000 millones de dólares (más de 8.500 millones de euros) y no descartan que necesite una ampliación de capital debido a su repercusión en caja y en el balance de la deuda.

Los planes de Tesla para establecer su producción en China y así evitar el arancel del 40 % a la importación son un paso prematuro pero crítico para el éxito en el mercado de vehículos eléctricos más grande y competitivo del mundo. Sin embargo, según los analistas de Bloomberg, requiere un tiempo de espera largo e intensivo. La compañía de Elon Musk está limitada por el efectivo, está inmersa en problemas operativos en Estados Unidos y el mercado espera los nuevos modelos prometidos.

Tesla es el primer fabricante de automóviles extranjero en abrir una planta de producción 100 % propia en China. De esta manera, se beneficia de las nuevas medidas vigentes en China a partir de 2018. Las empresas extranjeras no tendrán que asociarse obligatoriamente con una compañía local siempre y cuando construyan vehículos de motores alternativos (híbridos y eléctricos). En la actualidad, el proveedor de servicios telefónicos y de internet chino Tencent ya posee el 4,9 % de la compañía automovilística estadounidense.

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Los 10.000 millones de dólares incluyen la construcción de la “Gigafactory 3” con Panasonic, si el constructor norteamericano decide no buscar socios locales como la firma Contemporary Amperex Tehnology (CATL). Algo poco probable en el caso de CATL, ya que el proveedor chino de células baterías eléctricas es competidor directo del japonés Panasonic, aliado de Tesla.

Los números actuales ponen en aprietos la vialidad del proyecto. El beneficio del Modelo 3 en EE. UU., incluso a una media de 10.000 unidades por semana a partir de finales de 2018, probablemente no será suficiente para financiar esta expansión, estiman los analistas de Bloomberg.

El fabricante de Estados Unidos recibió el visto bueno del Gobierno de la capital china para construir una fábrica en Shanghái, que se centrará en la producción de vehículos para el mercado chino. La previsión inicial es inaugurar la factoría a finales de 2019 y alcanzar una producción anual de 500.000 unidades.

China es el segundo mercado mundial de Tesla. Las ventas en el gigante asiático (17.779 coches el año pasado) suponen un 20 % de los ingresos totales de la compañía. Sin embargo, la guerra comercial que han desencadenado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, provocó que Tesla aumentara un 25 % los precios de sus coches en China por el denominado “impuesto de importación”.Es más, recientemente ha vuelto a encarecer hasta 20.000 dólares en los modelos S y X por a las nuevas restricciones.