La Asociación Española de Bioempresas (Asebio) ha presentado su informe anual en el que se presentan los datos del sector en el año 2017. Un estudio colaborativo en el que se demuestra que las operaciones financieras en el sector de la biotecnología en España han contabilizado un total de 149 millones de euros, uno de los datos más destacables del informe.
Es por esto que, a pesar de los recortes en investigación que se dieron en años anteriores, el sector continúa avanzando. Es más, la cifra anterior supone un crecimiento del 17% respecto a lo registrado en 2016. Toma importancia el dato de que la aportación total del sector a la economía se eleva hasta un 7,8 del PIB español.
Pero esto no es lo único destacable, la actividad del capital de riesgo ha sido especialmente significativa. Se han desembolsado 30 millones de euros y otros 46 millones de euros fueron comprometidos. Acción que se llevó a cabo, principalmente, por compañías como Caixa Capital, CRB o Clave Mayor, entre otras.
Además, cabe recalcar que la biotecnología no solo supone un impacto a nivel económico, sino que también un impacto personal. Y es que, en 2017 ha contribuido al PIB en 7.300 millones de euros, lo que se sitúa en torno al 0,7% del PIB. Debido a esto se ha dado la posibilidad de generar más de 108.000 empleos. Esta actividad aporta 2.600 millones de ingresos a las arcas públicas, según los datos que se han extraído con la colaboración de CEPREDE.
Aun así, las empresas siguen teniendo retos, como la internacionalización. No importa si esto se lleva a cabo mediante una fusión o adquisición, lo que realmente importa es expandirse a otros países. Entre los continentes más solicitados se encuentra la Unión Europea y Norteamérica.
De las empresas conocidas, el 66,8% se dedican a la salud humana y el 23,5% a la alimentación. La inversión en I+D ha alcanzado un total de 617 millones de euros, un incremento de un 6,6% que demuestra el compromiso del sector privado con la investigación, el desarrollo y la innovación.
En España, se han publicado 856 patentes en el sector, representando así el incremento del 5%. También se pueden encontrar un total de 135 alianzas, de las que 46% se ha realizado con una entidad del entorno público. Todo esto sin olvidar que se han lanzado 100 productos o servicios al mercado en el último año.
A pesar de las debilidades que sufre el ecosistema de I+D español y el deficiente marco de ayudas e incentivos, el esfuerzo de los operadores privados han sido clave para mantener el sector con un cierto grado de dinamismo. Dinamismo que hubiera sido mucho mayor si hubiese un compromiso público y un marco competitivo de incentivos.