Las enfermedades cardíacas son una de las enfermedades con más mortalidad que se pueden encontrar en estos momentos. Es por esto, por lo que la Fundación Jiménez Díaz no ha querido dejar pasar la oportunidad de acoger en sus aularios el nuevo curso de actualización en patología cardiovascular. En él se han dado a conocer nuevos retos e innovaciones, además de enlazar a los médicos de atención primaria con los especialistas.
Se han juntado un total de 200 profesionales (tanto de atención primaria como de atención especialista) para no solo actualizar sus conocimientos, sino que también para buscar vías de trabajo en común. De esta forma el paciente no tendría obstáculos a la hora de ser derivado rápidamente al especialista, aunque sus síntomas no fuesen del todo evidentes. De la misma forma, sucedería si el paciente tuviese que ser dado de alta.
Esta reunión acogida por la Fundación Jiménez Díaz, sirve para que profesionales que trabajan separados aprendan a que un mayor contacto entre ellos puede significar el tratamiento a tiempo sin llegar a síntomas severos. “Deben funcionar como un equipo para no repercutir negativamente en la salud y bienestar de nuestros pacientes” comentaba el Dr. José Tuñón, jefe del Servicio de Cardiología del hospital madrileño y co-organizador de la cita formativa junto a los doctores Javier Dodero y Óscar Gómez, director y subdirector, respectivamente, de Continuidad Asistencial del centro.
Se han analizado, con mayor importancia, los retos profesionales que se tienen a la hora de enfrentarse a una insuficiencia cardiaca. Centrándose en la búsqueda temprana de la enfermedad, evitando así llegar a síntomas severos que pueden poner en peligro la vida del paciente. “Los recursos diagnósticos que tiene a su disposición son más limitados que aquellos con los que cuenta el especialista” afirma el Dr. Tuñón cuando habla de los médicos de atención primaria.
Gracias a la importancia que tienen este tipo de enfermedades, la mayoría de la financiación se destina a esta problemática. Así, se permite una mayor innovación y una mejora de las instalaciones. Además de ser necesaria una constante educación.
AVANCES MÁS IMPORTANTES
Hay que destacar la cantidad de fármacos novedosos que buscan la disminución de los problemas cardiovasculares. Un ejemplo de esto son los inhibidores de proteína PCSK9, los fármacos que reducen el colesterol y los nuevos coagulantes. “Los anticoagulantes orales directos están demostrando beneficios que van más allá de la fibrilación auricular, como los observados en pacientes coronarios y en los que padecen cáncer”, comentaba el Dr. Tuñón sobre los anticoagulantes.
Pero no sólo ha habido novedades relacionadas con los fármacos, también se pueden encontrar en el catéter percutáneo que permite no tener que someterse a una intervención quirúrgica. De la misma forma, se busca detectar a pacientes con la enfermedad de estenosis aórtica antes de que los síntomas se hagan visibles.
No se olvidaron de recordar la importancia que tiene el dolor torácico, sobre todo en los casos en que el dolor es opresivo, alcanza el brazo izquierdo y no cambia con la respiración o movimientos. De la misma forma, hay que estar atentos a cualquier dolor que se presente al caminar o hacer esfuerzo, ya que, en estas ocasiones, puedan referirse a un problema coronario.
En cuanto a esto, tienen claro que uno de los problemas principales que son causantes de estas enfermedades es el tabaco. Afirman que es un factor que está presente en los infartos que tienen lugar en gente joven. “Además de los factores de riesgo tradicionales, está demostrando que el sobrepeso, el sedentarismo y el estrés se asocian con más enfermedad coronaria”, comenta el Dr. Tuñón. También se ha hablado de la evolución de los tipos de stents implantados y de las claves del tratamiento de antiagregación después de haber sufrido un síndrome coronario.
El Dr. Javier Dodero, quien es el director de Continuidad Asistencias de los Hospitales Públicos de Quirónsalud en la Comunidad de Madrid, terminó diciendo que el objetivo de estos cursos en “mejorar la continuidad asistencial, tanto desde el punto de vista de la información como de la relación entre los profesionales, lo que contribuye a mejorar la calidad y la sostenibilidad del sistema sanitario”.