El norte de Europa teme que pronto se viva una escasez de cerveza que dure el resto del verano. No solo esta bebida puede verse amenazada, sino que Reino Unido cree que sus mataderos pueden cerrar y queden comprometidos sus clásicos desayunos. Todo esto se debe a la escasez de CO2 en el Viejo Continente.
Este gas es necesario para el proceso de vaporización de la cerveza y las bebidas gaseosas, además de que el proceso de envasado de alimentos y el de los mataderos, especialmente con cerdos, requieren de este. Estas industrias han visto ampliada su demanda, entre otras cosas, por el Mundial de fútbol, el clima y las vacaciones, lo que está presionando a unos negocios que tienen una producción limitada debido a la escasez de este gas.
«Existe una gran preocupación de que los consumidores se enfrenten a una variedad limitada de alimentos y bebidas en los supermercados si no se restaura el suministro normal de CO2 lo más rápido posible», dijo Ian Wright, director ejecutivo de la Federación de Alimentos y Bebidas del Reino Unido.
Esta escasez proviene del cierre de muchas plantas de amoniaco que se ha producido estos meses por problemas de mantenimiento y producción. La relación se debe a que el dióxido de carbono proviene de que la fabricación de Amoniaco para fertilizantes.
ESCASEZ DE CO2
Podría ser en septiembre cuando el amoniaco vuelva con normalidad al mercado, y con él CO2, según la publicación Fertilizer Week de CRU. Un apretón de la oferta por otras tres o cuatro semanas puede causar problemas más considerables para la industria de alimentos y bebidas, dijeron los analistas de Berenberg Bank la semana pasada.
El noroeste de Europa se ha visto particularmente afectado. La cervecería Aass de Noruega detuvo su servicio y la cervecera alemana Radeberger Gruppe AG se ha visto obligada a administrar cuidadosamente los suministros de gas, mientras que otros también han advertido de los bajos suministros de CO2. La ciudad de Oslo incluso ha restringido el riego de jardines debido a la escasez del gas utilizado por los servicios públicos para tratar el agua.
«No tiene precedentes y es único», dijo Francois Sonneville, un analista de bebidas de Rabobank en Londres. «Cada vez es más difícil para la industria de la cerveza lidiar con la escasez y los cerveceros pueden comenzar a limitar la producción de marcas que producen menores márgenes».