Los bancos ya no controlan nuestras cuentas corrientes

El usuario de servicios financieros es el rey de sus propios datos. Algo que puede resultar evidente no lo ha sido hasta que se aprobó la Directiva 2015/2366, conocida como la Segunda Directiva de Servicios de Pago. PSD2, acrónimo de Payment Services Directive, es la segunda normativa de la Comisión Europea sobre el proyecto de crear un mercado único de pagos electrónicos en la Unión Europea.

La entrada en vigor el 13 de enero de 2018 de dicha Directiva ha destronado a la banca minorista en su poder de administrar la información de las cuentas corrientes de sus clientes. A partir de entonces cambiaron las “reglas del juego” para los bancos, pues los propietarios de las cuentas corrientes, personas o empresas, tomaron el mando para autorizar a otros proveedores de servicios de pago (TPPs –ThirdParyPayment Service Providers) el acceso a la información de sus transacciones.

Esta Directiva proporciona a los clientes bancarios un marco legal seguro para que consientan qué empresas pueden acceder a la información del histórico de sus transacciones o efectuar pagos. En efecto, desde hace unos años operan en el sector empresas fintech, ofreciendo servicios financieros innovadores en la operativa de las transacciones online, como son los servicios de información de cuentas (AIS-AccountInformation Services) y los servicios de iniciación de pagos (PIS- Payment Initiation Services).

Hoy en día hay pocos clientes que tengan todo su dinero en un único banco y además, éstos quieren tener una visión global de sus gastos e ingresos en la administración de sus finanzas. Las empresas autorizadas para prestar servicios de información de cuentas (AIS) a través de los agregadores financieros permiten mostrar la posición de los saldos e histórico de transacciones de sus cuentas corrientes en diferentes bancos, en tiempo real y sin necesidad de entrar en los respectivos servicios de banca electrónica.

Estas herramientas se han hecho muy populares en los últimos años y se ofrecen tanto a particulares como a empresas. La gestión digital y centralizada de la información de la posición y movimientos de todas sus cuentas permite a los usuarios un mayor control en la gestión de las finanzas y en el seguimiento de sus presupuestos. Además, reciben alertas, servicios de categorización de gastos, recomendaciones, posibilidad de descargar automáticamente los movimientos, el mantenimiento de entidades financieras, cuentas corrientes y claves de acceso, etc., ya sean particulares o empresas.

En la gestión de finanzas personales, estas herramientas ofrecen otros servicios de valor añadido como  servicios de scoring a partir de la información de las cuentas agregadas, acceso a préstamos de bancarios, e incluso la gestión unificada de seguros y de su contratación. Ejemplos de otros servicios que estas herramientas ofrecen a las empresas o clientes corporativos de la banca, son: la conciliación de los movimientos de las diferentes cuentas bancarias y las facturas, exportación al ERP de los movimientos bancarios y contabilización automática y exportación de un único fichero de extractos en Norma 43 con toda la información agrupada.

Los proveedores de servicios de iniciación de pagos (PIS) posibilitan realizar movimientos de dinero de una cuenta bancaria a otra cuenta (normalmente la del comprador o cliente y la del vendedor o proveedor)a través de internet, sin que este dinero pase por una cuenta del proveedor de servicios de pago. Actúan como una pasarela, ofreciendo sus servicios a través de los sistemas de las entidades de pago gestoras de cuentas (bancos) en las mismas condiciones con que éstas lo realizan directamente.

Esto permite, por ejemplo, que el  cliente realice compras online sin necesidad de utilizar una tarjeta de crédito, o realizar transferencias entre particulares o empresas desde una interfaz distinta a la de la propia banca electrónica. Servicios que empezamos a estar acostumbrados a ver que ya ofrecen algunas redes sociales o grandes empresas tecnológicas.

La PSD2 invita a los bancos, empresas fintech y clientes, a crear una experiencia compartida. Es el caso de la empresa BilliB, comercializada por la consultora multinacional Everis en joint venture de Bankia, que permite a las empresas alcanzar más fácilmente los objetivos de solvencia y liquidez, suyos y de su cadena de suministro. De forma exclusiva en España, BilliB permite el uso B2B del dinero electrónico entre empresas compradoras y sus proveedores para la gestión online de descuentos por pronto pago de las facturas. E incluye, en ese mismo entorno, la liquidación de los pagos sobre las cuentas de dinero electrónico de las empresas dadas de alta en su plataforma. Este uso inteligente del dinero electrónico permite la conciliación automática de los movimientos en cuentas y el domicilio bancario de dichos pagos.

La directiva PSD2 también ofrece más seguridad al usuario de servicios financieros, ya que el acceso de terceros proveedores de servicios a la infraestructura de los bancos y la transferencia de información, se realiza de forma más organizada y adecuada a través de APIs (Application Programming Interface). Las APIs son un conjunto de funciones y procedimientos para la comunicación directa entre aplicaciones que sirven de interfaz entre programas diferentes. De esta forma, la PSD2 también garantiza una mayor protección de los datos y la privacidad de los clientes que participan en pagos o transacciones financieras digitales.