Volvo cree que una guerra comercial estropearía la venta de coches

La Administración de Trump podría arruinar la experiencia para los compradores de automóviles estadounidenses en los concesionarios al limitar las opciones de compra y encarecer los vehículos, dijo Hakan Samuelsson, el máximo responsable de Volvo.

El fabricante sueco, de propiedad china, tendría que limitar los modelos que vende en Estados Unidos y cobrar más a los consumidores, dijo Hakan Samuelsson en una entrevista en la apertura de la nueva planta de la compañía cerca de Charleston, Carolina del Sur.

«Tendría menos modelos para elegir y costarían más, ésa sería la consecuencia», dijo Samuelsson en referencia a la posibilidad de que Estados Unidos introduzca aranceles del 25 por ciento a los automóviles importados. «Un menú más reducido y precios más altos, no es un restaurante muy bueno».

La nueva fábrica de Volvo servirá de pequeña protección contra las nuevas barreras comerciales erigidas por el presidente Donald Trump, cuyas agudas críticas sobre el volumen de automóviles importados en Estados Unidos se remontan a su campaña. La compañía, propiedad de la china Zhejiang Geely Holding Group, sigue siendo extremadamente vulnerable a los gravámenes estadounidenses. LMC Automotive estima que el 87 por ciento de los vehículos que Volvo venderá en Estados Unidos el próximo año procederán de otros países.

Nota Original: Volvo Sees Trade War Making Car Shopping More Like a Crummy Meal