El Gobierno de Brasil ha decidido que no intervendrá de ninguna forma en la independencia de Petróleo Brasileiro, Petrobras, que podrá establecer sus propias políticas de precio del combustible, así lo dijo el ministro de Finanzas, Eduardo Guardia.
Las negociaciones que está manteniendo el regulador de petróleo conocido como ANP están relacionadas únicamente con el momento de la revisión de precios –cuándo y con qué frecuencia– y no con la política en sí misma, añadió Eduardo. Cualquier decisión del ANP no afectará los ingresos del productor petrolero controlado por el Estado, dijo Guardia.
“La intervención en Petrobras fue cosa del pasado, lo que impidió que la empresa transfiriera las fluctuaciones monetarias o los precios del petróleo a los consumidores”, dijo Guardia. “Lo que se está debatiendo ahora es el momento más adecuado para esas revisiones, si son diaria o mensuales”, añadió.
En mayo, después de una huelga de camioneros de 10 días, el Gobierno pidió de Petrobras que revirtiese la subida del precio del diésel que desencadenó las protestas. Brasil compensó al productor de petróleo, restableciendo algunos impuestos para financiar la medida. Si bien algunos políticos quieren introducir subsidios similares para evitar aumentos de precios en la gasolina y el gas natural, Guardia aseguró que el Gobierno no tiene presupuesto para ello.
Los aumentos de impuestos provocaron demandas de grupos empresariales, pero Guardia dijo que no estaba preocupado. “Tienen derecho a presentar una demanda, pero estamos seguros de que hicimos todo lo correcto”, añadió.
Mario Sergio Lima para Bloomberg