El Corte Inglés lleva camino de convertirse en el culebrón empresarial de la temporada. No le falta ningún ingrediente: malas muy malas, malos malísimos, adopciones impugnadas, micrófonos y seguimientos a los personajes, intriga, dinero, herencias millonarias, exóticos Jeques Árabes, propiedades inmobiliarias, periodistas comprados, viajes a Suiza y secretos que apenas han empezado a salir a la luz y lo harán en las próximas semanas.
Desde «la Casa de Papel» Netflix está muy interesado en la ficción española. Y esta trama tiene todos los ingredientes para que Netflix compre los derechos y se convierta en una serie de culto, como en su día lo fue Falcon Crest, único culebrón a la altura, pero claro, la icónica serie de Warner Bros era ficción y esto es la cruda realidad. Cuando se conozca y evolucione la trama completa se darán cuenta de que la serie “Narcos”, es en realidad un juego de niños.
Para los no iniciados recomiendo leer a modo de avance el resumen de Falcon Crest en El Corte Inglés, publicado en MERCA2 hace semanas.
Una vez hecho, y dada su complejidad y a modo de aclaración, en este artículo explicamos quienes algunos de los protagonistas de la intriga, comparándolos con la mítica serie de los 80. Contaré las cosas como son y como no se están contando. Sin complejos.
Así que agárrense los cinturones que vienen curvas, y preparen para hacerlo con una sonrisa en la boca, que si nos tomamos la vida muy en serio, un día acabaremos teniendo que tomárnosla con vodka.
MARIA JOSÉ GUIL
No me cabe duda de que si fuera un personaje de Falcon Crest sería la mítica Angela Channing.
Conocida como “Mamá Camorra”, es la viuda de Isidoro Álvarez, anterior presidente de los grandes almacenes. Isidoro, casó con ella con avanzada edad. Ella era viuda y tenía dos hijas, fruto de su anterior matrimonio con Alfonso Rey, conocido como “El Camorra”. De ahí el apodo. Esas hijas son Marta y Cristina del Rey Guil, de las que hablaremos más adelante, y que posteriormente cambiaron su apellido por Álvarez Guil.
En aquel momento, en una España muy conservadora, su pasado se intentó ocultar, y libros que contaban la historia de El Corte Inglés, pese a anunciarse su lanzamiento, desaparecieron sin llegar nunca a las librerías.
Durante muchos años, y dicen que aún hoy, estuvo obsesionada por ser aceptada socialmente y camuflar su pasado. Algunos medios han empezado a airearlo de manera edulcorada, pisar líneas rojas hace desaparecer la publicidad de uno de los principales anunciantes del país. Así, hace unas semanas, LOC hablaba de que cuando se casó con Isidoro “regentaba el restaurante Riscal en Madrid”.
Cuando le comento está “licencia poética” a un conocido directivo de El Corte Inglés, sonríe con malicia.
- “Hombre, no niego que en Riscal se comían cosas… Pero yo, con franqueza, no lo llamaría, en el estricto sentido de la palabra, un restaurante”.
Aun sin entender muy bien a que se refiere, encuentro en la hemeroteca el libro “La Codorniz”, escrito por Enrique Herreros, hijo del mítico dibujante y portadista de la revista.
En esta obra se dedica un capítulo entero al Riscal bajo el título “El SuperPuteo” en el que se describen tanto el ambiente del local como el negocio, que funcionaba, según parece, a la perfección.
En este extracto se explica con detalle como “millonarios, artistas, intelectuales, toreros, y políticos, congeniaban a las mil maravillas con el puteo que alternaba, siempre controlado por los dos maitres…”
La hemeroteca no falla y desde luego no se contradice. En este otro perfil publicado hace décadas, nos encontramos que «El Camorra era feo, simpático, sentimental, de baja estatura y tuvo el acierto de especializarse en paellas».
Aun así bien es cierto que el arroz, según quienes lo frecuentaron, no parecía el principal atractivo del Riscal.
El local lo regentó tras su muerte su viuda, María José Guil. Según una publicación de la época «por la noche aumentaban sus atractivos con música y la presencia de señoritas de alterne de lo más lujoso y aparente que entonces podían encontrarse. Solían sentarse por parejas a la espera de la amable invitación de los clientes…»
Sea como fuere tras conocer a Isidoro Álvarez, a principios de la década de los 90, María José Guil perdió repentinamente interés por la hostelería, y se retiró del negocio de las paellas.
Llama la atención que pese a que el empresario contrajo matrimonio con 60 años y “a escondidas”, su madre, que aún vivía, no lo aceptó. Así durante algunos años mientras ella aún vivía, el gran empresario siguió viviendo con su madre, pese a estar casado con María José. Ese rechazo de la familia Álvarez es clave para entender el odio enquistado entre familias, que ha hecho que se mezclen las vísceras con las ambición en la lucha por controlar la icónica empresa.
Utilizó durante décadas el poder que daba ser la consorte del en aquel entonces poderosísimo El Corte Inglés. Así intentó lograr reescribir y eliminar el pasado y buscar un posicionamiento social para ella y para sus dos hijas. Durante muchos años desaparecieron fotos e informaciones no deseadas, que acababan en el baúl de los recuerdos. Situaciones incómodas en público, que se producían con cierta frecuencia, dado el éxito que habían tenido las paellas del Riscal, se resolvían también de la mejor manera posible.
Hoy, María José es la mentora de sus hijas y una figura pasiva, pero clave, dentro de la trama de lucha por El Corte Inglés. Nuestra garganta profunda sentencia:
“Si tuviera que definirla, más que en Falcon Crest yo diría que lo que tiene es un enorme parecido a la mujer de Jesús Gil”.
Nuestro siguiente personaje, el “inquietante Cernuda”.
JUAN CARLOS FERNANDEZ-CERNUDA
Juan Carlos Fernández-Cernuda es junto al también excomisario, Domingo Martorell el capo de la seguridad de El Corte Inglés. Pese a que hoy la titular “oficial” de la seguridad de la empresa es Catalina Polán, a la que por los pasillos de Hermosilla denominan, a escondidas y con sorna, “la becaria de Cernuda”.
La seguridad, que en otra empresa cualquiera no sería una pieza clave, en esta compañía es especialmente importante.
A nadie le escapa que de verdad quién da órdenes y controla todo y a todos, con ferrea mano de hierro, es el “inquietante Cernuda”. El apodo, que siempre me hizo mucha gracia, no es mío, se lo otorgó el brillante Eulogio López en Hispanidad. Por cierto, se queda corto, pero es muy divertido.
No creo que haya un solo empleado de El Corte Inglés lo suficientemente suicida para mirarle mal por el pasillo. En un escenario en el que todo se sabe, él es el que todo lo sabe y todo lo controla. Accede y utiliza toda la información a su alcance.
Dicen del bueno de Fernández Cernuda, que tras una meritoria carrera como servidor público se ganó con velocidad la confianza de Isidoro Álvarez. Pronto vio que una de las grandes pasiones del empresario era la caza, y así, inmediatamente se convirtió en el conseguidor y organizador de las cacerías. Desde ahí la historia es predecible. Fue coleccionando misiones y secretos, ocupándose de variopintos asuntos, unos más confesables que otros, y en definitiva, convirtiéndose en imprescindible.
Más tarde se puso a disposición de las hermanas Álvarez Guil, al igual que hizo con su padre adoptivo. Así, hay quién dice que si bien parece que Fernández-Cernuda sirve a las Camorra, en realidad, aunque aun no lo sepan, son las Camorra sirven a Fernández-Cernuda.
Todos le temen, ya que todo lo conoce. Ni siquiera el escándalo de su entramado societario, con las empresas a nombre de su madre, le ha hecho salir de la empresa. Todo lo publicó en su día ElDiario, pero no parece afectarle. En otra empresa, con una gobernanza sería hubiera sido un escándalo sin precedentes. Ni la petición de auditorías urgentes en la seguridad, que no se han atendido, ni los singulares sobrecostos en los servicios de seguridad, ni la acusación firme de adjudicar cientos de millones de euros a empresas de su madre, ni los seguimientos a consejeros de El Corte Inglés, ni los micrófonos hallados en el domicilio particular de Dimas Gimeno.
Si se demostrara que Fernandez-Cernuda mató a Manolete -eso aún no me consta-, el seguiría en El Corte Inglés impune, porque él lo ha fagocitado; él es El Corte Inglés.
No me cabe duda de que, si de un personaje de Falcon Crest se tratara, sería el mayordomo Chao Li. Siempre en la sombra, pero siempre disponible para cualquier trama. Recuerden que, en el Cluedo, al final, el asesino siempre es el mayordomo (con el candelabro y en el dormitorio).
MARTA ALVAREZ GUIL
Hija de María José Guil y de Alfonso del Rey, Marta es conocida como una de las “hermanas Camorra” y la más beligerante y temperamental de las ellas.
Mujer de formas difíciles, trabajó en Viajes El Corte Inglés, donde conoció y se hizo novia de Jesús Nuño de la Rosa, al que hace pocas fechas nombró Consejero Delegado, y hace unos días Presidente. Aquel noviazgo no fue visto con buenos ojos por su madre -dicen que a Isidoro le daba igual-, ya que ella quería un posicionamiento social y una boda de más enjundia. Por ese motivo los resortes de El Corte Inglés consiguieron de inmediato una plaza en Sothebys, enviándola a Londres y despejando el problema.
Cuentan que a Isidoro le dio pena la situación, y siguió de cerca la carrera de Nuño de la Rosa. Así, y dado que el chico valía, poco a poco fue ascendiendo hasta la Dirección General de Viajes El Corte Inglés, donde ha desarrollado una carrera de cierto éxito.
Para satisfacción de su madre, años después, en el 2000, Marta logró emparentar con los Abelló, casándose con Juan Claudio, hijo de Juan Abelló y Ana Gamazo Honhelohe-Langenburg, poseedores de la undécima fortuna de España. Más satisfacción aún para la madre, cuando a la boda acudieron el entonces Príncipe Felipe, y la Infanta Elena. Así emparentaba una familia de rancio abolengo, con los por aquel entonces “dueños de la fábrica de los billetes de 1000 pesetas”.
El evento celebrado por todo lo alto, fue cuanto menos singular. Se procuró, dada la distinta procedencia de unos y otros comensales, apenas mezclar las mesas de El Corte Inglés y de los Gamazo-Abelló, por miedo a un difícil encaje. Aún hay quién con cierta mala baba recuerda, que muchos de los ilustres invitados, habían sido clientes de las riquísimas paellas del Riscal.
Al igual que su hermana, Cristina (¡somos la propiedad!), fue adoptada de forma singular por Isidoro Álvarez. En el momento de la adopción las hermanas Del Rey estaban ambas ya casadas, con 40 años y con hijos. Testigos de la adopción fueron tan sólo 5 personas convenientemente aleccionadas, 3 de las cuales han fallecido.
Tal vez por ello María Antonia Álvarez, hermana de Isidoro ha impugnado recientemente está adopción y con ello, de forma indirecta, la herencia de las hermanas Álvarez Guil.
Marta, es licenciada en derecho y se considera experta en moda. Lleva ligada 15 años a El Corte Inglés, aunque personas cercanas a su padrastro, reconocen que esto a él no le hacía mucha gracia. “Intentó encontrarlas otra ubicación, pero al final tuvo que claudicar”. Así pasó por Viajes El Corte Inglés, por el departamento de compras de Hermosilla, y departamentos de ventas de los centros comerciales.
Algunas anécdotas son épicas y conocidas en el seno de la empresa. Una de ellas tras una temporada de adelgazamiento en la carísima clínica Buchinguer de Marbella (21 noches de ayuno allí, cuestan 31.000 Euros). Tras hacer en teoría esfuerzos, caros y sobre humanos, para bajar de peso, lo primero que hizo al salir camino de Madrid fue parar en un bar de carretera y pedirse un buen bocadillo de panceta.
Su carácter inestable y temperamental es temido y conocido. Desde la muerte de Isidoro puso sus ojos en hacerse con la presidencia de El Corte Inglés. Hay algo de ambición personal y algo de ansias de revancha contra la familia de Isidoro Álvarez, que nunca las aceptó.
A Marta la hemos caracterizado con Terry Randson por dos motivos. Primero porque en Falcon Crest no sale Cruella de Vil, y segundo porque Angela Channing, ya estaba cogida.
FLORENCIO LASAGA Y CARLOS MARTINEZ ECHEVARRIA
Florencio Lasaga de 82 años de edad, ha sido una persona cercana a Isidoro Álvarez durante décadas. Hoy es consejero de El Corte Inglés y presidente de la Fundación Ramón Areces, organismo de teórico control y que aglutina el 37,9% de las acciones de la empresa.
Aunque la Fundación debería permanecer con una composición de patronato diferente al de El Corte Inglés, y así ser neutral y garante de los valores de la empresa, eso no es así; ha sido tomado por el clan Camorra.
Las hermanas Álvarez Guil, han ido nombrando en el patronato a personas afines, tomando así control indirectamente de El Corte Inglés. Dada la edad de Lasaga, cuando el desaparezca -esperemos que dentro de muchos años-, Cristina Álvarez Guil, actual vicepresidente, se convertirá en presidenta de la Fundación.
Entre las muchas atribuciones que conserva Lasaga, siempre me hizo gracia una, por ser de facto casi incompatible con su edad. Es la cabeza visible de IECISA (Informática El Corte Inglés)
Hace años tuvo un enconado duelo con Juan Hermoso, otro histórico de la empresa, del que salió vencedor.
Hay quién dice que el bueno de Florencio jamás pensó que se vería en medio de toda esta situación, y que se ve presionado por todas las facciones. Bien es cierto, que cuando a uno le presionan tanto, unos y otros, y desde todos los lados, es porque hay cosas con las que presionar.
La vida de Florencio es paralela a la de Carlos Martínez Echevarría, de 85 años. A ambos se les conoce , no se si con sorna o cariño, como «los abuelillos» del consejo. Martínez Echevarría, es español, aunque alguien pudiera pensar que tiene nacionalidad suiza. Es una confusión muy común, pero hemos de desmentirla.
Fue compañero de aventuras de Isidoro, es miembro de la vieja guardia, hoy mermada, y aun miembro del consejo de administración de la empresa. A ambos más que felicitarles primero por seguir vivos y activos a su edad, y después por haber estado tantas décadas al frente de la icónica empresa española. Ya quisiera yo llegar a su edad, y más en ese estado de actividad.
“Morirán con las botas puestas” -explican los que le conocen-, “es la vieja guardia y, teóricamente, deberían ser guardianes de la esencia de la empresa”.
He definido a los dos con el mítico Richard Channing. Ya, sé que, siendo estricto, debería haber cogido un personaje para cada uno, pero es lo que hay.
Ahora vamos con el ex presidente, Dimas Gimeno
DIMAS GIMENO, EX PRESIDENTE DE EL CORTE INGLÉS
Dimas Gimeno fue presidente de El Corte Inglés hasta la pasada semana y sobrino de Isidoro Álvarez. «Las Camorra», controlando el consejo de administración de la empresa,le han desbancado saciando así el odio histórico acumulado durante décadas con la familia de Isidoro.
Gimeno, de 42 años, es presidente desde la muerte de su tío. Por supuesto, no era el único sobrino, pero Isidoro se fijó en él.
Estudió Derecho en el CEU y posee un Master en el IESE. Desde los 20 años se dedicó a formarse dentro de la compañía. Así con 20 años era ya vendedor del departamento de camiserías de El Corte Inglés de Castellana. Así, pasó por distintos departamentos hasta colaborar en la puesta en marcha de la filial portuguesa. Acabó dirigiendo el centro comercial de Oporto, y a petición de Isidoro, regresó en 2008 a los servicios centrales.
Fue nombrado Director General por la Junta de Accionistas de 2013 y designado por su tío como sucesor. En 2014, tras el fallecimiento por leucemia del gran patrón se convirtió en presidente. Sus primeros años fueron un auténtico matchall para el grupo de empresas, teniendo que tomar medidas rápidas para evitar una situación económica muy comprometida.
Isidoro le rodeó de directivos fieles para que le acompañaran y tutelaran. Pero poco a poco, tras su desaparición, estos directivos fueron sin prisa, pero sin pausa, siendo cesados y despedidos. Otros, que aún continúan, priman su propia supervivencia sobre el mandato recibido.
Dimas se casó con Mónica Esteban, que en aquel entonces era directora creativa de la agencia TAPSA. Hoy dirige su propia ONG, Juegaterapia, que ayuda a los niños enfermos de cáncer a pasar la quimioterapia en los hospitales.
El principal error de Dimas Gimeno ha sido encarar y denunciar la corrupción de la cúpula de la empresa. Cuando una organización tiene tantos cajones, se defiende en bloque, estructuralmente, contra quien cuestiona equilibrios adquiridos durante décadas.
Su entorno considera que ante las provocaciones ha actuado de forma demasiado prudente. Durante mucho tiempo creyó en una solución accionarial pactada, pese a estar viendo los tambores de guerra contra sus intereses. Durante años fueron evidentes los movimientos en su contra el consejo de administración y en la Fundación Ramón Areces.
Siempre ha sospechado y temido por su seguridad. Hace bien.
Hace pocas fechas descubrió micrófonos en su propio domicilio e interpuso una denuncia que se encuentra en investigación en estos momentos (era vox populi que su despacho, su coche, y sus teléfonos móviles, eran tóxicos. No ahora sino desde hace años).
Un directivo de su entorno sentencia: “Es el heredero de Isidoro, y el único de la familia que fue formado y elegido para ello. Un niño de colegio de pago en el patio del instituto del barrio más complicado. Posiblemente no estaba preparado para los navajazos, que, en determinados ámbitos de esta casa, han sido ultimamente el pan nuestro de cada día”.
El papel que le he asignado es de Cole. Un buen chico al que, al final de la película, de tanto malearle, van a lograr que acabe cogiendo el Kalashnikov, y que reparta estopa.
JESUS NUÑO DE LA ROSA, EL NUEVO PRESIDENTE
Jesús Nuño de la Rosa es miembro del Consejo y fue durante un año uno de los dos consejeros delegados de El Corte Inglés. Fue nombrado junto a Víctor del Pozo en un intento de dejar a Dimas Gimeno aislado en el consejo y sin poder ejecutivo. La pasada semana se le nombró Presidente Ejecutivo.
Padre de familia ejemplar, Nuño de la Rosa ha tenido una carrera fulgurante dentro de Viajes El Corte Inglés. Desde luego le ha servido para conocer mundo. Parece que le gusta especialmente México y la República Dominicana.
Puede presumir de haber convertido Viajes El Corte Inglés en una de las principales empresas turísticas de España, y haber sido clave en la formación de la joya de la corona del grupo; la agencia de viajes de Empresa, líder en rentabilidad y envidia del sector.
Además, es una de las pocas filiales de El Corte Inglés que ha salido de España y se ha internacionalizado con cierto éxito. Ese mérito se le puede atribuir personalmente.
Los empleados de Viajes El Corte Inglés, más en concreto sus empleadas, aun hoy recuerdan su generosidad desde la empresa enviado cestas y canastillas a las madres que daban a luz (en aquel entonces no eran de El Corte Inglés, aunque hoy si se envían de Hipercor).
De carácter tranquilo no es un perfil beligerante dentro del consejo y le gustaría que hubiera un acuerdo que aportara estabilidad. Pese a ser nombrado por decisión de las hermanas Álvarez Guil, y ser fiel a ello, es un perfil de consenso, que se entiende tanto con los independientes (Manuel Pizarro), con la vieja guardia (Carlos Martínez Echevarría, Florencio Lasaga), con el propio ex presidente .
Dentro de nuestra trama, falconcrestniana, el, sin duda es el hombre tranquilo, Chase Gioberti.
VICTOR DEL POZO, CEO EN EL CORTE INGLÉS
Víctor del Pozo es un personaje singular. Hombre hecho a sí mismo, es hijo del portero de la finca colindante al Corte Ingles de Goya que “chivaba” a Isidoro Álvarez que propietarios estaban apurados y podrían vender.
La relación acabó siendo tan estrecha que Víctor del Pozo fue contratado por Isidoro, y rápidamente, ascendió dentro de la compañía, mientras que se formaba fuera de la misma con cierto mérito. Dicen en la sede de la empresa, que menos de lo que él pregona, fuera de la misma.
Se casó con la Abogada del Estado, María Rosa Sanz Cerezo, de 51 años, socia de Broseta.
Por Hermosilla le conocen coloquialmente como “Yoplait”, posiblemente por su época de jefe de compras del supermercado.
Durante años intentó acercarse a varias ramas accionariales para ofrecer sus servicios y apoyo. Primero a los González, luego a los Pozo-Sanz y finalmente encontró su hueco hablando al oído de Marta Álvarez Guil, que le recompensó nombrándole Consejero Delegado y miembro del consejo de Administración. Hombre duro de las Álvarez Guil, es quien negocia en su nombre con Dimas y Miguel Ángel Gimeno una solución económica al conflicto.
El tacto no es lo suyo, es difícil llegar a acuerdos con alguien que, no siendo accionista sino empleado, se permite con desprecio decir a algunos de los propietarios cosas como “coged el dinero e iros a comprar bolsos”. No, ni es un crack de las formas ni de la negociación.
Su relación con Nuño de la Rosa, recién nombrado Presidente, va sufriendo algunos roces. Es evidente que en estos puestos la bicefalia es, en la práctica, muy difícil de lograr. Mientras uno escucha a sus mayores, la vieja guardia, el otro está totalmente polarizado al servicio de las hermanas Álvarez Guil, a las que espolea y ánima belicosamente. Quienes les conocen creen que Víctor considera que como Consejero Delegado podrá manejar toda la compañía en la sombra, mientras que De la Rosa se expone.
Tras el nombramiento de Nuño de la Rosa se distribuyó una foto de ambos juntos. No tenía mucho sentido que Victor del Pozo saliera con el nuevo presidente, excepto para acallar los rumores de relación difícil entre ambos. Un miembro de FETICO, sindicato de El Corte Inglés [un portavoz del sindicato, alarmado tras la lectura de esta noticia, ha querido que se aclare que ésta no es la «postura oficial del sindicato»], comentaba con chanza a MERCA2: «hay que joderse, ¡parecen Mortadelo y Filemón!»
Aún siendo bastante diferentes en lo físico, por su amor a la buena vida y la intriga, Víctor del Pozo, salvando las distancias, podría ser nuestro Lorenzo Lamas.
CRISTINA ALVAREZ GUIL, «LA CAMORRA» SIMPÁTICA
Cristina Álvarez Guil es la hermana de Marta. La llaman «la Camorra simpática» por contraposición a su hermana. De carácter más fácil que esta, comenzó su carrera en Astex, la compañía de su marido, Iñaki Álvarez Valdés. Posteriormente se incorporó a El Corte Inglés.
Como en el caso de su hermana, Isidoro no era muy partidario de esa incorporación. Tiene dos hijos.
No sé si de forma inteligente o simplemente por su personalidad, mantiene un perfil algo más bajo y dialogante que la temperamental de su hermana, pero está totalmente involucrada y de acuerdo con ella en todas las decisiones.
Hoy, espera paciente que el tiempo haga su efecto para ocupar la silla de presidenta de la Fundación Ramón Areces, tenedora de el 37,9% de las acciones de El Corte Inglés. Es la actual Vicepresidenta.
El personaje que le he asignado a Cristina es Maggie Gioberti. Algo insulsa, hasta el punto de que parece no enterarse de nada, pero que, en realidad siempre está atenta y participando de todo.
MANUEL PIZARRO
Manuel Pizarro (Teruel, 1951) es una figura de enorme prestigio empresarial. Es economista, Abogado del Estado y fue Presidente de Endesa. Isidoro le nombró consejero de El Corte Inglés. Llama mucho la atención de entrada que sea el único consejero independiente en una empresa como esta. Algo que atenta a los conceptos básicos de profesionalización y buen gobierno corporativo.
Alrededor de Pizarro hay mucha leyenda negra. Por un lado los que consideran que no ha cumplido el mandato de Isidoro (entre otras cosas que no hubiera una batalla accionarial por la sucesión). Hay quién dice que se le ofreció y rechazó la presidencia, y quién comenta que será nombrado a medio plazo presidente. Esa última teoría se basaría en que éticamente sería difícil sustituir a Gimeno. No olvidemos que su tio nombró a Pizarro y dejó a Gimeno como sucesor. Así que el propio Pizarro vería con buenos ojos una presidencia de transición. Si finalmente fue nombrado Presidente de El Corte Inglés nadie duda que formaría su propio equipo y eso iría en detrimento de Víctor del Pozo y de Jesús Nuño de la Rosa.
A los que esperaban de él una autoridad moral les ha defraudado. Ha sabido siempre colocarse en el punto que interesaba. «El siempre gana. Nunca se posiciona con los que pierden», comentan personas cercanas al consejo de administración.
Y ojo porque además de consejero de la firma es el Presidente de la Comisión de Auditoría y control. Esa posición implica una responsabilidad sería sobre algunas de las cosas que se están sucediendo y han ido poco a poco apareciendo en medios de comunicación.
Por sus movimientos sigilosos y su capacidad para pasar desapercibido cuando le interesa, Manolo Pizarro es el fantasma de la mansión de Angela Chaning.
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En próximas fechas ampliaremos está información con los actores secundarios de la trama, pero no por ello menos interesantes. El Enterrador, el Jeque, el secretario, bocachancla, los Areces, los Gimeno… De hecho, todos ellos tienen historias jugosas, algunas necesarias para completar la trama.
Entre todos ellos se juega la partida por el control de El Corte Inglés