La Fundación Areces no consultó al Patronato sobre el cese de Dimas Gimeno

La Fundación Ramón Areces es la depositaria del 37,9% de las acciones de El Corte Inglés, lo que le proporciona sus correspondientes puestos en el Consejo de Administración de la compañía de los grandes almacenes y una posición central como máxima accionista. Y estos consejeros, con su presidente Florencio Lasaga a la cabeza, están siendo decisivos en el intento de descabalgar a Dimas Gimeno de la presidencia de El Corte Inglés. Lo que sucede es que, según fuentes de la cúpula directiva de la compañía, esta posición se ha tomado sin siquiera hacer una consulta al Patronato de la Fundación. Esto incumpliría los estatutos de la Fundación.

La Fundación, su Patronato, está tomada por el que se considera el “bando” de las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil, hijas adoptivas del difunto presidente, Isidoro Álvarez. Tanto ellas como Florencio Lasaga –veterano empleado y presidente de la poderosa Fundación Ramón Areces– han tomado, de momento, una posición clara en el Consejo de Administración de El Corte Inglés para forzar el cese de Dimas Gimeno como presidente “no ejecutivo” de la empresa. En ese contexto la posición que toman los representantes de la Fundación es decisivo, ya que supone casi el 40% de las acciones de El Corte Inglés. Para hacerse una idea, la sociedad depositaria de las acciones de los herederos de Isidoro Álvarez solo supone el 22,5% de las acciones frente al 40% de la Fundación Ramón Areces.

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De acuerdo con los estatutos, antes de tomar una decisión como la de cesar al presidente de la compañía, ésta debe ser consultada formalmente en el Patronato. Todo esto no hace sino dar la razón a César Álvarez, hermano de Isidoro Álvarez, que pedirá amparo al Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Cultura por presuntos incumplimientos de los estatutos de la Ramón Areces. Una de las reivindicaciones del tío de Dimas y las hermanas Álvarez Guil es que no puede haber un reflejo exacto entre el Patronato de la Fundación y el Consejo de Administración de El Corte Inglés, como sí es el caso. Esta situación atenta contra la independencia de la Fundación Ramón Areces.

Al poco de la muerte de Isidoro Álvarez, sus hijas adoptivas, lideradas por Marta Álvarez, empezaron su operación para completar el control de la empresa más allá de lo que indicaba el testamento que dejó su padre adoptivo, por medio de un pacto con el veterano empleado Florencio Lasaga. Así, Cristina Álvarez Guil pasó a ser vicepresidenta de la poderosa Fundación Ramón Areces. El Patronato de la Fundación está formado por herederos de las familias fundadoras de la compañía –César Álvarez Álvarez, Marta Álvarez, Dimas Gimeno o Paloma García Peña–, por los veteranos ejecutivos de los tiempos de Isidoro Álvarez –Lasaga, Carlos Martínez Echevarría, José Antonio Álvarez, Arsenio de la Vega o Jorge Pont–, y los nuevos ejecutivos alzados al poder por las hermanas Álvarez Guil, como Jesús Nuño de la Rosa o Víctor del Pozo.

SÍ SE CONSULTÓ LA ENTRADA DE AL THANI EN EL CORTE INGLÉS

Todo tema relevante que afecta a El Corte Inglés se tiene que someter a consulta de quien es su principal accionista, el Patronato de la Fundación Ramón Areces. Así se hizo, por ejemplo, con la entrada en el capital del socio qatarí Al Thani, por medio de un gran préstamo de 1.000 millones de euros a la compañía. El porcentaje del jeque Al Thani es del 10%,porcentaje que se podría elevar hasta el 15% en función de los intereses del préstamo y las condiciones de devolución de los mismos.

En esta guerra casi fratricida entre accionistas de la misma familia –aunque Isidoro Álvarez adoptó a sus hijas cuanto estas ya tenían más de 40 años– el objetivo de las hermanas Álvarez es decapitar a su primo, Dimas Gimeno, de la posición de presidente. A Gimeno le quedan dos años de mandato como “presidente no ejecutivo”, y las hermanas lo acusan de “extralimitarse en sus funciones de representación”. Lo cierto es que estas funciones no están definidas, pese a que hace más de año y medio que Dimas Gimeno quiere que se expliciten cuáles son realmente sus atribuciones. El hecho de que las hermanas Álvarez Guil se nieguen y bloqueen que se precisen cuáles son las funciones de un “presidente no ejecutivo” hace que sea imposible encontrar razones objetivables y demostrables de ninguna “extralimitación” del presidente.

FISURAS EN EL BLOQUE DE LAS HERMANAS

La batalla de Marta Álvarez Guil para ser presidenta de El Corte Inglés es sin cuartel y ha encontrado aliados en parte de los empleados elevados al Consejo de Administración, si bien en el último consejo se apreciaron fisuras en lo que hasta el momento era un bloque inamovible. En este contexto puede acabar siendo determinante la posición de los empleados elevados al Consejo de Administración, como Lasaga, Martínez Echevarría o los consejeros delegados de nuevo cuño, Del Pozo y Nuño de la Rosa.

Ahora, en el escrito de César Álvarez al Protectorado de Fundaciones del Gobierno, se reclamará que el Patronato de la Fundación Ramón Areces sea consultado, pero también independiente de la empresa, tal como requieren los estatutos y dice el espíritu del testamento de Isidoro Álvarez. Últimas voluntades que las hijas que adoptó en tan avanzada edad no estarían cumpliendo con excesivo celo.