viernes, 13 diciembre 2024

La banca pierde el miedo a los préstamos dudosos

La purga ha sido más que considerable. Durante 2017, la banca española ‘limpió’ de su balance más de 25.000 millones de euros de los considerados como préstamos problemáticos o activos improductivos (NPL por sus siglas en inglés). De esta manera, se pasó de 131.800 millones a unos 106.200 millones al final del ejercicio, es decir, una reducción del 19,4%.

Si nos centramos en el top ten de la banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Unicaja, Ibercaja y Abanca), los NPL menguaron en casi 19.000 millones, para situar la cantidad en 68.620 millones, según un informe de la consultora Alvarez & Marsal. De esta manera, la ratio de NPL descendió del 8,27% al 6,57%.

¿’Culpables’? Aunque cada uno hizo los deberes a su manera, cabe destacar el traspaso de unos 30.000 millones de este tipo de activos problemáticos procedente de Banco Popular a otra sociedad integrada por Blackstone y Santander.

LA BANCA TIENE PLANES

Si nos remitimos a los datos de 2017, la banca española presenta porcentajes muy dispares en cuanto a activos improductivos. Quien sale peor parado es Bankia (9,4%), seguido por Unicaja (8,4%), e Ibercaja (7,9%). En el otro lado de la balanza, Bankinter (3,8%), Kutxabank (4,9%) y BBVA (5,2%).

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“Los bancos españoles tienen planes creíbles de reducción de préstamos incobrables. Esperamos que sus previsiones sean estables o que disminuyan”, señalan desde Bloomberg Intelligence.

En esta particular carrera, la banca está contando con un importante viento de cola para deshacerse de los créditos problemáticos: el apetito inversor de los fondos. Así, por ejemplo, BBVA vendió su ladrillo problemático al fondo norteamericano Cerberus. Otras entidades como Liberbank también siguió el mismo ejemplo, reduciendo su exposición hasta el 7,8%. Sus previsiones apuntan a que final de año ese porcentaje podría situarse en el 5%. Sabadell, con Solvia, puede ser el siguiente.

Ese 5% es el límite que exigirán tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) a la banca a final de año. Si se queda por encima, serán calificados como problemáticos, y se les exigirá planes específicos de desinversión y venta de activos.

La EBA ha destacado el esfuerzo llevado a cabo no sólo por la banca española, en particular, sino también por la europea. Sin embargo, advierte de las disparidades entre países y entre entidades. Un claro caso es Intesa Sanpaolo, cuya ratio bruta de NPL en relación a la totalidad de los préstamos concedido se situó en el 11,7%. Si tenemos en cuenta al acuerdo con la sueca Intrum (por el cual se desprende de 11.000 millones en activos tóxicos), el porcentaje se situaría en el 9,5%.

“Aunque redujo su crédito de mora, sus ratios de NPL probablemente se mantendrán por encima de sus homónimos durante varios años. El objetivo de Intesa del 6% para 2021 es factible, pero estaría por encima del promedio”, indican desde Bloomberg Intelligence.

ING y ABN tienen los índices de morosidad más bajos: 1,7% y 2,5%, respectivamente. Mientras que BNP Paribas está cerca del 2,9%. “Las mayores tasas de morosidad de BBVA y Santander reflejan la exposición de los mercados emergentes y los problemas de los préstamos en España”, matizan en Bloomberg Intelligence. Y concluyen: “Las previsiones de crédito de Santander son más altas que las de otros bancos, pero los amplios márgenes de interés neto le permiten absorber este costo de riesgo”.


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