El Brexit regresa esta semana con el fin del receso legislativo. La primera ministra británica Theresa May tiene que tomar importantes decisiones sobre qué tipo de futura relación aduanera presentará oficialmente a la Unión Europea con miras a una cumbre clave que se realizará a fin de mes.
La realidad es que May no puede dilatar mucho más las decisiones, pero la verdad es que la postergación se ha convertido en un arte en el gobierno de May y son muchos los plazos que se han extendido.
HABÍA DOS OPCIONES, AHORA PODRÍAN SER TRES
May y su llamado gabinete de guerra del Brexit –compuesto por 11 ministros clave- está paralizado desde hace un mes en relación con el tipo de propuesta a presentar para evitar una frontera dura en Irlanda. El impasse no se ha resuelto, dado que los ministros favorables a la UE se inclinan por una opción y los partidarios del Brexit prefieren otra, ninguna de las cuales resultará aceptable para la UE.
La semana pasada surgió una tercera opción a través del diario The Sun, que se inclina por el Brexit, y no parece haber tenido mucho éxito. Contempla que el secretario del Brexit, David Davis, cree una zona neutra de 16 kilómetros (10 millas) de ancho y del largo de la frontera de 500 kilómetros (310 millas) entre Irlanda del Norte e Irlanda. El plan, apodado “Max Fac 2” parece inspirarse en Liechtenstein, que tiene un sistema de doble supervisión.
Eso entraría en colisión con el partido de Irlanda del Norte que apoya a May. De hecho, Arlene Foster, líder del Partido Unionista Democrático (DUP por la sigla en inglés), se apresuró a descartarlo.
“En nuestro caso, la única condición es que no se nos trate de forma diferente al resto del Reino Unido, que no se erijan barreras comerciales entre Irlanda del Norte y nuestro principal mercado, que, por supuesto, es Gran Bretaña”, dijo a Sky News.
“Juzgaremos todas las propuestas que se presenten, lo haremos teniendo siempre presente esa condición, y ella es muy consciente de eso. Confío en que sepa que no puede presentar algo que desconozca esa condición, ya que de lo contrario no vamos a darle nuestro apoyo”, dijo.
¿Dónde nos deja eso? A la espera de lo que se conoce como un “Papel blanco”, un documento que promete explicar con todo detalle la posición del gobierno sobre el Brexit cuando se lo publique antes de la cumbre de junio de la UE.
Hablando de plazos, la legislación que convierte los principios generales de la UE en ley nacional también debería volver al parlamento en las próximas semanas. Se la enmendó 15 veces en la cámara alta y existe el riesgo de May se vea derrotada en lo relativo a la permanencia en una unión aduanera.
Flavia Krause-Jackson para Bloomberg
