Facebook se enfrenta a una nueva polémica por ofrecer datos a los fabricantes de móviles

Facebook se está disputando un informe sobre cómo comparte datos con los fabricantes de Apple, Amazon y Samsung que tiene The New York Times en su poder. Estas marcas tienen acceso a la información de los usuarios de Facebook, pero no se parece en nada al acceso que generó la polémica de Cambridge Analytica, según ha comentado la red social.

Fue The New York Times quién informó de los acuerdos a los que había llegado Facebook con los fabricantes de dispositivos. Estos acuerdos le permitirían un acceso completo a la información sobre los usuarios y sus amigos. Aun así, la red social sostiene que la intención de estos pactos era la de ayudar a los fabricantes a crear sus propias versiones de las aplicaciones de Facebook, por esto era necesario tener acceso a los datos móviles de los usuarios. La compañía comenta que este tipo de acuerdos ya eran necesarios desde antes de que apareciesen las tiendas de aplicaciones.

Son muchas las compañías de Internet que están lidiando con una reacción global sobre la medida en que obtienen y manejan los datos de los usuarios. The New York Times dijo que la gran cantidad de información compartida con Apple y demás fabricantes incluían datos sobre los amigos de los usuarios que habían prohibido el acceso a sus informaciones.

Para huir de una nueva polémica, Facebook comentaba que había comenzado a desmantelar pactos que se remontaban a una década, cuando la red social se instalaba directamente en los teléfonos. Se excusan diciendo que los fabricantes de hardware utilizaron las herramientas de software de Facebook para permitir que sus propios usuarios accediesen a contactos o publiquen fotos en sus perfiles.

“No había tiendas de aplicaciones en ese momento y esta era la única forma de que nuestro producto funcionara en sus dispositivos. Controlamos estas API desde el primer momento” dijo Ime Archibong, vicepresidente de sociedades de productos de Facebook. “Estos socios firmaron acuerdos que impidieron que la información de Facebook de las personas se usara para otro propósito que no sea recrear experiencias similares a las de Facebook”, añadió.

Archibong comentó que Facebook aprobó cada una de las experiencias que se construyeron, y que funcionaron de manera diferente a sus API públicas de plataforma. Desde entonces, la compañía ha finalizado un total de 22 asociaciones con fabricantes de dispositivos.

La reacción del mercado europeo fue mínima. Las acciones de Facebook se mantuvieron casi sin cambios en comparación con el cierre que tuvieron el viernes en el que perdieron hasta un 1%.

Facebook está reorganizando su enfoque hacia un consumidor global y una reacción negativa regulatoria. Los críticos acusan a su algoritmo de alimentación de noticias de diseminar la información errónea y contenido de terrorismo entre más de dos mil millones de usuarios. Las políticas laxas en torno al intercambio de datos con terceros llevaron la filtración de información a la consultora de Cambirdge Analytica, que trabajó en campañas republicanas éxitos, incluida la del presidente Donald Trump.

Fue un desarrollador de aplicaciones quién proporcionó información de hasta 87 millones de usuarios de Facebook a Cambridge Analytica, información que en la mayoría de los casos se traspasó sin ningún tipo de permiso. Esto desencadenó un escándalo sobre la privacidad de los datos. Con referencia a esto, Facebook dijo que en las asociaciones de dispositivos descritas por el New York Times, la mayoría de los datos personales se procesaban en los teléfonos de los usuarios.

Sin embargo, Facebook no ve a los fabricantes de móviles como extraños, lo que les permite un acceso más profundo, según ha informado el New York Times. Dijo que descubrió que algunos socios de dispositivos podían recuperar el estado de relación de los usuarios, la religión, las tendencias políticas y los próximos eventos, entre otras muchas cosas.

“No estamos al tanto de la información de las personas que estas compañías están utilizando mal”, dijo Archibong.

Sarah Frier para Bloomberg