El gobierno francés gastará 100 millones de euros para 2023 a los efectos de subsidiar la compra de vehículos de hidrógeno y alentar una producción más limpia del gas con el fin de reducir el consumo de combustibles fósiles y combatir el cambio climático.
La política apunta a reducir el 10% las emisiones de carbono de Francia derivadas de la producción de hidrógeno –que se utiliza desde para el refinado de petróleo hasta para la producción de vidrio, acero y fertilizantes- en un plazo de cinco años, declaró el gobierno en una presentación el jueves a última hora.
El gobierno declaró que subsidiará a las compañías privadas que contribuyan a la compra de 5.000 camionetas y 200 camiones, autobuses, embarcaciones y trenes a hidrógeno para 2023. Puede compararse las cifras con los apenas 260 vehículos que utilizan hidrógeno en la actualidad en Francia. También subsidiará la instalación de electrolizadores para contribuir a que las compañías manufactureras produzcan hidrógeno en sus instalaciones en lugar de transportarlo hasta sus sedes.
Compañías francesas como la gigante de gas Air Liquide SA, McPhy Energy SA, una fabricante de estaciones de carga de hidrógeno y electrolizadores, y Engie SA, la segunda mayor compañía eléctrica del país, impulsan un mayor uso de hidrógeno en los vehículos. Sin embargo, las empresas automotrices PSA Group y Renault SA se han rezagado en ese campo respecto de la japonesa Toyota Motors Corp. y la coreana Hyundai Motor Co., y se han concentrado en el desarrollo de coches eléctricos con batería.
Los impulsores del hidrógeno destacan que las células de combustible pueden durar mucho más tiempo que las baterías y que llenar el tanque del un coche tan sólo lleva unos minutos. Es también una forma de producir y almacenar energía limpia si los electrolizadores utilizan excedentes de energía solar y eólica, dado que las células de combustible crean electricidad al generar la fusión química del hidrógeno con el oxígeno del aire, proceso que sólo produce la emisión de vapor.
Las células de combustible de hidrógeno, sin embargo, siguen siendo caras, mientras que las enormes inversiones en tecnología de baterías de iones de litio hacen bajar los precios de los vehículos eléctricos. Hay, además, una limitada disponibilidad de estaciones de carga de hidrógeno.
Francia se propone contar con 100 estaciones de hidrógeno para 2023, mientras que hay apenas 20 en la actualidad. La cifra crecería a entre 400 y 1.000 para 2028 a los efectos de atender a 50.000 furgonetas y 2.000 vehículos pesados, dijo el gobierno. Francia también probará la inyección de hidrógeno en las redes de gas natural.
Por otro lado, Francia apunta a contar con 600.000 vehículos eléctricos en la calle para 2022 –en comparación con los 120.000 actuales- y 400 híbridos, dijo el 22 de mayo el ministro de Economía, Bruno Le Maire. El gobierno contribuirá a aumentar la cantidad de puntos de carga eléctrica y se propone prácticamente quintuplicarlos para entonces si las ventas de coches eléctricos cumplen con las metas establecidas.
Francois de Beaupuy y Geraldine Amiel para Bloomberg