Hace unas semanas un viajero en silla de ruedas decidió encadenarse a un tren de cercanías en la estación de Valencia Nord. El motivo era que el convoy no estaba adaptado. La solución que le ofreció Renfe era esperar cinco horas a que pasase uno con rampa para poder desplazarse a Cullera. Una solución que pone en entredicho el eslogan de la compañía ferroviaria: ‘Renfe te lleva, plan de accesibilidad universal’. ¿Hasta que punto es real la apuesta de la empresa pública?
Renfe cuenta con un plan de accesibilidad que cada cierto tiempo renueva. El nuevo es el Plan de Accesibilidad Integral 2018-2026, y contempla la adaptación de trenes y estaciones, así como la adquisición de nuevos vehículos totalmente accesibles, entre otras acciones. De hecho, en el caso de Cercanías Madrid, Fomento anunció una lluvia de millones de euros, concretamente 5.089 hasta 2025, para modernizar y mejorar las infraestructuras. Entre las actuaciones se prevé hacer más accesible la red. De hecho, Renfe asegura que el «50% de los trenes de Cercanías es accesible», y que los trenes nuevos que se vayan adquiriendo serán accesibles.
Unas medidas de las que el propio ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, alardea cada vez que se repara una estación. La última, la de Ramón y Cajal (Madrid), que se ha modernizado con una inversión de cinco millones.
En la estación Ramón y Cajal de @CercaniasMadrid, @Renfe invertirá 5 M€ en rehabilitación y accesibilidad. Además, ya hemos finalizado actuaciones en Chamartín, Las Zorreras, Los Molinos y Meco y tenemos muchos proyectos del Plan de #Cercanías de #Madrid en marcha @Adif_es pic.twitter.com/dMopZlwS0h
— Iñigo de la Serna (@idlserna) 23 de mayo de 2018
Pero la realidad es otra muy distinta a la que tuitea el titular de Fomento. Falta de ascensores y escaleras mecánicas en las estaciones y andenes, vagones sin rampas para sillas de ruedas, sin sistema luminoso para personas sordas o sin el sistema audio para los discapacitados visuales. Esta es la radiografía de la mayoría de las estaciones de España, especialmente de aquellas que pertenecen a pueblos o municipios pequeños. Aunque hasta hace poco la céntrica estación de Atocha estaba en una situación parecida.
POCAS LÍNEAS ACCESIBLES
De todas las líneas de Cercanías de Madrid, solo cuatro son accesibles. Se trata de la C1, C3, C4 y C10. El resto cuentan con deficiencias como vagones sin rampas de acceso, estaciones sin ascensores o pesadas puertas que no se abren de forma automática, entre otras. Es decir, si una persona con movilidad reducida quiere llegar a Leganés desde Atocha no podrá hacerlo porque la línea C5 no es accesible.
En el resto de España, la situación no es mucho mejor. Desde Renfe confirman que solo son accesibles las siguientes líneas, siempre y cuando pasen con trenes Civia: C1, C2 y C3 de Asturias; R1, R2 Nord y R2 Sud de Barcelona; C1 y C1A de Cádiz; C1 y C2 de Málaga; C1, C4 y C5 de Sevilla; y C1 de Zaragoza.
“Un incumplimiento más, que afecta a millones de personas en su tránsito diario: personas con discapacidad, personas con andadores o carritos bebé y a un 10% de la población española que son personas mayores cuya movilidad se ve comprometida por la edad”, denuncian el sector ferroviario CGT.
Para el Ministerio de Fomento, “Renfe ha mejorado la accesibilidad en las estaciones de Cercanías de mayor demanda (superior a 750 viajeros al día) y continúa en el resto. En la actualidad, el 60% de las 490 estaciones de Cercanías (utilizadas por el 76% de los viajeros de Cercanías) disponen de itinerario accesible. El objetivo será conseguir la accesibilidad universal al final de este plan”. Pero desde la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (Famma) revelan que el 85% de las estaciones no son accesibles.
EL SERVICIO ATENDO NO LLEGA A CERCANÍAS
Y eso que Renfe cuenta con un servicio especial para personas con algún tipo de discapacidad desde 2007. El Servicio Atendo se presta a más de 500.000 personas al año en 126 estaciones, 68 de forma permanente y en 58 con asistencia puntual. Desde sus inicios se han realizado más de dos millones de asistencias, con unos incrementos anuales superiores al 20%.
Pero el problema de este servicio es que solo se presta en los trayectos de larga distancia, es decir, en los trenes AVE, Avant y regionales. En la corta distancia, lo más usados a diario por los españoles, no es posible contar con esta ayuda. “Sin lugar a dudas, un servicio insuficiente para garantizar los derechos de los usuarios con movilidad reducida”, denuncian desde el sindicato.
RENFE INCUMPLE LA LEY
El Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, establece la eliminación las barreras arquitectónicas de los espacios públicos y privados. En su artículo 23 cita a los medios de transporte: “las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los medios de transporte serán exigibles en los plazos y términos establecidos reglamentariamente”.
Dicho plazo se establece en la disposición adicional tercera de la ley y lo alarga hasta el 4 de diciembre de 2017. Pero medio año después de cumplido el plazo, ni Renfe ni Adif han cumplido con la ley.
Desde CGT, «denunciamos el incumplimiento sistemático de esta ley que el mismo Gobierno del PP creó y al que no le duelen prendas reconocer que al día de hoy en España existen 346 estaciones de tren que no están adaptadas a personas con discapacidad y a la Ley.
Así, las personas con discapacidad tendrán que esperar más tiempo para que Renfe haga realidad su eslogan y sea accesible a todos.