René Konrad gana millas bonificadas de cuatro aerolíneas, además de puntos de fidelidad de seis minoristas y tarjetas de crédito. Pero un programa de fidelidad que le genera un enorme entusiasmo le ofrece ahora algo diferente: monedas digitales.
Antes de subirse al tren con destino a Zúrich casi todas las mañanas, Konrad, que tiene 41 años, toma un envase de Caffe Lattesso. Ingresando un código del envase en un sitio web puede llegar a obtener unas 12 Lattessocoins. Dentro de pocos meses, debería ser posible cambiar las monedas acumuladas -disponibles recién a partir de abril- por otros tokens digitales, así como también por efectivo.
“No sé cuántas millas de aerolíneas perdí por no utilizarlas con suficiente rapidez”, declaró Konrad en una entrevista telefónica. “El dinero fiduciario no me lo puede quitar nadie”.
Con más de 1.500 tokens digitales en existencia, los emisores de monedas y las compañías adoptan programas de fidelidad ya probados para diferenciarse. En febrero, Rakuten, el gigante del comercio electrónico con sede en Tokio, dijo que planeaba emitir su propia moneda de recompensas convertible a efectivo. EZ Rent-A-Car permite a los miembros de su programa de recompensas convertir puntos a divisas digitales como Bitcoin. Hewlett Packard Enterprise trata de ver cómo hacer funcionar los tokens para las recompensas de estaciones de servicio.
Tienen todavía un arduo camino por delante. El crecimiento total de usuarios de programas de fidelidad se redujo a un 15% durante el período de dos años que cerró en 2016, en comparación con un 26% en el período similar anterior, según el Colloquy Loyalty Census de 2017, sobre la base, en parte, de una encuesta que abarcó a unos 4.500 consumidores estadounidenses y canadienses. Más de la mitad de las membresías de fidelidad en EE.UU. están inactivas y aproximadamente un 30% de los consumidores abandonó un programa sin haber canjeado ni un punto o una milla.
Las compañías esperan que las monedas digitales reviertan estas tendencias atrayendo la atención de los consumidores más jóvenes. Casi uno de cada cinco millennials tiene monedas digitales, según un sondeo a 2.001 estadounidenses encargado por Finder.com.
El cambio también podría contribuir a mejorar los resultados netos. Si bien los puntos de recompensa no canjeados aparecen en general como pasivos en los balances generales de las compañías, eso probablemente no ocurriría con las monedas digitales que representan esos mismos puntos de recompensas y son convertibles a efectivo. Al ser canjeadas, las monedas podrían incluso contabilizarse como ingresos.
Reducir tarifas
También está el atractivo de la cadena de bloques (blockchain). En la actualidad, los comerciantes pagan a otros procesadores como First Data Corp. unos 35.000 millones de dólares al año por ocuparse de las tarjetas de crédito prepagas o de marca propia que están vinculadas con puntos de fidelidad, según Richard Crone, máximo responsable de la consultora de pagos Crone Consulting LLC. Al emitir tokens, los comerciantes podrían reducir hasta un 80% de las comisiones, dijo. La tecnología blockchain subyacente puede ayudarlos a hacer un seguimiento de las transacciones.
“Se crea una tarjeta propia con saldos prepagos propios”, dijo Crone. Muchos grandes comerciantes están probando esos programas este año y los lanzarán el año próximo, declaró.