El sector de los videojuegos es uno de los más exitosos del entretenimiento, pues ofrece un amplio catálogo de títulos para todos los gustos. Si bien su meta principal es divertir al jugador, a medida que evoluciona añade nuevas funciones. Un análisis de 116 estudios realizado por científicos del Hospital General de Massachusetts de Boston y de la Universidad Abierta de Cataluña, concluye que los videojuegos influyen en nuestro cerebro y comportamiento. Según afirman estos expertos, los efectos son generalmente positivos.
Por un lado, jugar a videojuegos aumenta el tamaño de algunas partes de nuestro cerebro. En concreto, la mejora más significativa ocurre en los puntos encargados de las habilidades visoespaciales. Así pues, el hipocampo derecho mejora a medida que jugamos y nos permite un mayor control mental de los objetos que visualizamos. Gracias al análisis de estructuras y la resolución de puzles que están presentes en los títulos, somos capaces de representar figuras en nuestra mente con más claridad. Asimismo, el análisis y la manipulación de éstas también es mayor.
Las instituciones educativas utilizan cada vez más videojuegos con el objetivo de enseñar a los estudiantes. El interés por las materias se incrementa cuando la forma de aprenderlas es dinámica y tiene un componente de diversión como este. Expertos en campos muy diversos, como la medicina, también usan los videojuegos para practicar sus habilidades, dado que existen algunos capaces de poner a prueba a los mejores doctores. En el tratamiento de enfermedades mentales que modifican el tamaño del cerebro, como el alzhéimer o la esquizofrenia, se considera que los videojuegos también pueden ser beneficiosos.
Otra de las conclusiones del análisis de los científicos es que los gamers tienen una capacidad de atención mayor que la usual. Por ello, pueden mantenerse concentrados con menos esfuerzo que una persona de la media, así que se cansan menos. Para potenciar esta habilidad, se recomiendan títulos como Minecraft, que precisan atención en la construcción de elementos.
Las novelas gráficas también pueden ser útiles, dado que el jugador ha de tomar decisiones lo antes posible mientras procesa qué consecuencias puede tener la opción seleccionada en la historia. Siempre y cuando se juegue de forma moderada, ha quedado demostrado que las consolas no causan ningún mal, sino todo lo contrario. Estimular el cerebro nunca ha sido tan fácil y divertido, así que ya no hay excusa para ejercitar nuestro músculo clave.