Finaliza la temporada y toca hacer balance, no sólo en lo deportivo también en lo social y lo económico. Para el Atlético de Madrid este curso ha supuesto la mudanza definitiva al Wanda Metropolitano. Los rojiblancos tienen motivos para estar contentos, aunque todavía han de mejorar en algunos aspectos. Como por ejemplo, los palcos vip. El club dispone de casi un centenar, pero no ha conseguido sacarles el máximo provecho. Por su parte, los aficionados se quejan de los asientos vacíos de los mismos.
El fútbol no es sólo un deporte. Los estadios ya no son sólo recintos donde contemplar a los astros del balonpié, también se han convertido en espacios donde realizar negocios, ‘networking’, contactos… A nadie se le escapa que en el Palco del Bernabéu se mueven millones de euros fin de semana sí, fin de semana también. Los clubes lo saben y trabajan para mejorar un aspecto que significa una gran fuente de financiación para las arcas de la entidad.
El Atlético de Madrid no es una excepción. Eso del equipo del pueblo ya ha quedado atrás y los dirigentes trabajan en contagiar esta pasión a los más poderosos. Por este motivo, destinó muchos esfuerzos a la creación de varias zonas de confort para sus aficionados más vip, en el Wanda Metropolitano. De hecho, los colchoneros disponen de 99 palcos vip repartidos por todo el estadio para el uso y disfrute de los más afortunados. A lo largo y ancho del feudo rojiblanco también se extienden varios box vip -una opción más económica-. Como novedad, el club oferta desde comienzos de temporada unas localidades vip, situadas en una de las mejores zonas del campo. Los precios de estas son superiores a las butacas del resto del graderío.
«Demasiadas zonas vip y exclusivas», se queja un socio abonado del club. «Se ven demasiadas butacas vacías en los partidos. Esta situación molesta sabiendo que hay gente que se ha quedado en lista de espera para sacarse el abono este año», afirma otro aficionado del equipo. «Muchos trajes y poco ambiente como el que se respiraba en el Vicente Calderón», explica un veterano seguidor.
Los datos oficiales de afluencia hablan de una media de 53.000 espectadores por partido esta temporada, en la Liga Santander. Lo que significa el 81,49% del total del campo que son cerca de 68.000 asientos.
Todas estos lamentos de los aficionados son consecuencia de la imagen que se vive en muchos encuentros del Atlético de Madrid: butacas de los palcos vacías y las destinadas en la zona VIP, más de lo mismo. MERCA2 ha intentado conocer cuántos de los 99 palcos están ocupados en la actualidad y qué empresas son las que tienen uno de estos espacios en el Wanda. Pero el club ha afirmado que esto es algo confidencial. Eso sí, desde la entidad han confirmado que no todos los palcos están vendidos o alquilados. A pesar de ello, las empresas que sí tienen contratados estos palcos hablan de las muchas ventajas que les supone.
Los esfuerzos para potenciar la clientela vip en el Atlético de Madrid es tal que incluso han creado una marca diferenciadora: ‘Neptuno Atlético de Madrid Premium’. El producto estrella son los palcos privados que el club ofrece a las empresas desde 35.000 euros. Todo está pensado para el confort de los invitados. Espacios distribuidos en las zonas con mejor visibilidad al terreno de juego, con una visión espectacular gracias a los asientos abiertos a la grada con capacidad hasta 18 personas y con servicios de catering.
Parking privado y una sala con un mobiliario de vanguardia son los otros atractivos de estos palcos. Además, el club ofrece la posibilidad a las empresas de utilizar los palcos en cualquier momento del día. Con esta medida la entidad busca que el Wanda Metropolitano tenga vida más allá de los partidos del primer equipo. La obsesión de los dirigentes es la de elevar la marca Atlético de Madrid fuera de lo futbolístico.
Esta exclusividad contenta a algunos y enfada a otros. Muchos aficionados que pagan su abono en una butaca normal y los que compran entradas en taquilla creen que estas butacas exteriores restan colorido a los encuentros, porque no suelen estar ocupadas. De hecho, sólo en los partidos contra el Real Madrid, Barcelona o contra el Arsenal -semifinales de la Europa League- se ha podido ver una estampa con casi todos los asientos ocupados.
El problema es que estos sillones exclusivos están justo a media altura del estadio y son muy visibles. Esta circunstancia impide disimular la ausencia de público. Lo que se desconoce es si los asientos no están ocupados porque el palco no está alquilado o porque sus inquilinos se encuentran en el interior de él. Lo único cierto es que club ha reconocido que no todos ellos están ocupados.
Pero el lujo de los hinchas vip del club rojiblanco no acaba en los palcos privados. Antes de los encuentros y durante el descanso de los mismos estos aficionados pueden disfrutar de nueve maravillosas zonas vip, además del palco de honor.
SEDE DE LA PRÓXIMA FINAL DE CHAMPIONS
De todos modos, en toda esta guerra entre bocadillos de mortadela envueltos en papel de plata y maletines portados por empresarios hay algo que no encaja. Las quejas de los aficionados más humildes confrontan de manera directa con el informe de la UEFA sobre el Wanda Metropolitano.
El 20 de septiembre del año 2017, el máximo organismo del fútbol a nivel europeo eligió la nueva casa del equipo rojiblanco como sede para la celebración de la final de la Champions League -la competición más importante a nivel de clubes- del año 2019. Esta decisión fue celebrado por los dirigentes, aunque recibieron una serie de ‘peros’ por parte de la UEFA.
POCA OFERTA VIP
Cinco días antes de la resolución, la UEFA emitió un informe sobre todos los estadios que aspiraban a albergar esta cita del fútbol europeo. Pese a que el Atléti ha hecho de Neptuno Premium uno de los puntales de su estadio, con 7.000 butacas vip, el organismo consideró que “las instalaciones del estadio no contenían suficiente espacio de hospitalidad para los patrocinadores”, por lo que debería habilitarse un área en el exterior. En definitiva, la UEFA echaba en falta una mayor oferta vip.
Por lo tanto la visión del organismo del fútbol europeo confronta de manera frontal con la que tienen los aficionados más humildes del cuadro colchonero. Lo único cierto de todo esto es que el club tiene un problema con las zonas vip. No todos los palcos están ocupados, los aficionados y abonados no entienden las butacas vacías de estos recintos privados y la UEFA cree insuficiente la oferta vip del que es uno de los mejores estadios de Europa.