Aún ‘falta mucho’ para que la energía renovable destrone al carbón

El rey carbón todavía controla firmemente la mezcla de energía de Australia, pese a que sigue cayendo el coste de la generación de energías renovables.

Aunque la tecnología, la instalación y las finanzas de las energías renovables se están abaratando, estas todavía no pueden competir con la generación actual al carbón, dijo Catherine Tanna, directora administrativa de EnergyAustralia, el tercer vendedor minorista de electricidad más grande de Australia, unidad de CLP Holdings. Tanto el carbón como las renovables tienen un papel que desempeñar en el desarrollo del sistema de energía del futuro, dijo Tanna.

“Todavía falta mucho para que el coste de las nuevas energías renovables sea más bajo que el de las centrales eléctricas tradicionales, en particular las que usan lignito”, dijo Tanna en la cumbre Bloomberg Invest en Sídney. “En verdad, ningún país logró todavía hacer la transición de un sistema basado en carbón a uno exclusivamente de renovables y esa es una pieza del rompecabezas”.

Australia, uno de los principales exportadores mundiales de energía, busca alejarse del carbón y cambiarlo por fuentes más limpias como el gas natural, la energía solar y la eólica. Esa transición no ha sido en absoluto tranquila, en tanto el país enfrenta precios volátiles e incertidumbre en sus políticas. Es una señal de las dificultades que tiene por delante, el gobierno trata de posponer el cierre de una vieja central a carbón ante la preocupación por el impacto de su desactivación en la red eléctrica del país.

Presión

El primer ministro Malcolm Turnbull se ve presionado por los políticos conservadores de su coalición gobernante para que no descarte del todo la construcción de nuevas centrales a carbón con el objetivo de garantizar que siga habiendo electricidad durante el pico de demanda del verano tras los cortes de luz que sufrió Australia Meridional en 2016. El carbón sigue representando un 75% de la producción de electricidad del país, según datos del ente regulador de energía.

Sin embargo, el declive del carbón en Australia está a la vista. No se construirán nuevas centrales a carbón como principal solución para su envejecida red eléctrica en tanto la inversión se desplaza a fuentes renovables más baratas, dijo en noviembre Kerry Schott, presidente del Consejo de Seguridad Energética del país. EnergyAustralia pronosticó que se retirarán cerca de 10.000 megawatts de generación a carbón en Australia en los próximos 10 a 20 años.

“No anticipamos que se cree más generación de electricidad a carbón en Australia”, dijo Tanna. “El futuro gravita en torno a la integración de nuevas energías renovables, por lo tanto tenemos que encontrar una forma de llevar más renovables al mercado de manera sostenible”.

Australia avanza hacia la transformación de su sistema energético tras una década de parálisis en las políticas. Para agosto el país podría acordar las normas finales de su polémica Garantía Nacional de Energía tras obtener un cauto apoyo de los estados y territorios el mes pasado. Las vacilaciones políticas y los errores de la política climática aumentaron los costes de fabricación y perjudicaron a los consumidores con incrementos de los precios de la electricidad y un mayor riesgo de interrupciones del servicio.

“Cuando se corta la luz y hay aumentos récord de los precios para los hogares es imposible decir que el mercado está funcionando como se pretendía en interés de los clientes”, dijo Tanna.

Perry Williams, David Stringer y Ben Sharples para Bloomberg