La falta de alquiler social expulsa a las personas a la periferia

Nuevo debate en el sector inmobiliario. Mientras los entendidos discuten sobre la existencia o no de una (nueva) burbuja, la población emigra a la periferia de las grandes ciudades. La falta de viviendas de protección oficial ha supuesto un aumento del precio libre de arrendamiento y una huida hacia las ciudades dormitorio.

La promoción de vivienda de protección oficial en España (VPO) está a la cola de Europa. Mientras que países como Holanda, Suecia y Reino Unido destinan más del 3% del PIB a este concepto, en el nuestro está por debajo del 1%, ocupando los últimos puestos, junto a Portugal y Grecia. Gran parte de los países de la Unión Europea se mueven entre el 1% y el 2%.

La escasez de vivienda social provoca que los precios del alquiler del mercado libre puedan fijarse libremente debido a la inexistencia de competencia. De hecho, en los últimos años las renovaciones de los contratos de alquiler han sufrido incrementos de hasta el 20%, Este incremento es más elevado que el porcentaje salarial, lo que provoca que el porcentaje de la renta destinada al alquiler sea muy elevado (hasta el 60% de los ingresos).

De hecho, hay datos que demuestran esta subida de precios por la ausencia de ofertas de VPO. El economista, Gruart Rüsch, director general de Monika Rüsch, explica que, la falta de políticas de vivienda social en España, obliga a destinar el 73% de la renta en el centro de la ciudad, lo que provoca que muchos tengan que desplazarse a las afueras, donde se destina el 53% de la renta.

La falta de VPO expulsa a las personas a la periferia.
Datos que demuestran la falta de viviendas de protección oficial y sus consecuencias. Fuente: Monika Rüsch.

Una mala política en la vivienda de protección oficial tiene consecuencias sociales y económicas. En este sentido, no solo incrementa el número de personas sin hogar o el aumento de viviendas ocupadas, sino que también perjudica gravemente la evolución del precio medio de alquiler de vivienda libre. La consecuencia directa es el incremento de forma desproporcionada e impide el acceso a la vivienda a muchas personas y familias, según la agencia inmobiliaria Monika Rüsch.

A MÁS VPO, MENOS FUGA DE TALENTOS

Al final, lo que produce la ausencia de alquileres sociales es la temida burbuja inmobiliaria. Porque la realidad es que las viviendas VPO sirven en muchas ocasiones para regular los precios del mercado libre. Si el parque de vivienda social es elevado y su acceso es flexible, se evitan alzas generalizadas en los precios del alquiler de la vivienda libre, facilitando el acceso al alquiler a una población mayor. Además, los ingresos que el Estado recibe en concepto de alquiler son, en palabras de Rüsch, “riqueza para el país”, y puede destinarlos a la construcción de nuevas viviendas sociales para futuras generaciones.

Para este economista, todos son ventajas a la hora de invertir en viviendas sociales. Los grandes beneficiados de estas promociones de vivienda protegida son los jóvenes. Por lo tanto, a más oferta de VPO menor será la edad media de emancipación y menos los talentos que buscarán oportunidades fuera de España. Y lo más importante, la vivienda social reduce el índice de exclusión social.

EUROPA INVIERTE EN ALQUILER DE VIVIENDA SOCIAL

Lo preocupante es que lo que sucede en España es muy diferente a lo que ocurre en el resto de Europa, donde la política es muy diferente. Aún así, Rüsch cree que es hora de replantear la política de vivienda a nivel europeo. “El presidente Housing Europe, Cédric Van Styvendale, explica que la vivienda social es un elemento crucial; definitivamente es una inversión, no un gasto, proporciona hogares, ofrece trabajos y une personas.”

Hay países como Alemania que ya han tomado cartas en el asunto y han triplicado los medios para la construcción de viviendas sociales, destinando 1,5 mil millones de euros a 80.000 viviendas de protección social al año. “No será suficiente, pero es un principio”, sentencia Rüsch. Además, cree que las instituciones públicas y la clase política deben empezar a dar prioridad a los intereses sociales de la población frente a los de partido o personales. “en este ámbito, estamos más cerca de Venezuela, Rumanía o Turquía que de Dinamarca u Holanda”.