Si a lo largo de la historia la brecha generacional era visible, en nuestros tiempos lo es aún más. Basta echar un vistazo en las prestaciones de los teléfonos móviles para mayores para entender a lo que nos referimos.
La llegada de la tecnología, la domótica y la conectividad a nuestro día a día ha hecho que cada vez más personas mayores se sientan desplazadas en ciertos trámites o gestiones que hoy en día se han normalizado online.
Bancos, trámites administrativos, tiendas online y multitud de ofertas de ocio y tecnología se centran en digitalizarse para optimizar tiempos, eliminar el gasto en papel y también conseguir unificar la información de casa usuario. Eso ha hecho que muchos de nuestros mayores se queden al margen al no tener conocimientos informáticos, no saber moverse en el entorno online o no conocer siquiera el funcionamiento de los dispositivos.
Y eso se puede llevar a la telefonía. Acostumbrados a funcionar con el teléfono fijo, no entienden la necesidad de conectividad que hoy en día prima en el resto de generaciones. Son personas habituadas a tener su espacio fuera del entorno digital y que no entienden la necesidad de estar disponibles en todas sus facetas.
Por ello cualquier smartphone no es válido para ellos. Los teléfonos móvil con tapa como el Switel M800 son una de las opciones más valoradas por este tipo de público que no necesitan de una gran pantalla o de una gran capacidad para instalar apps porque realmente usan los teléfonos para lo que se diseñaron en un principio: hacer y recibir llamadas.
La versatilidad de que tenga botones en vez de ser táctil, de tener una resistencia a los golpes y de ser compacto responde más a sus demandas que a las de los diseñadores.
Además, el hecho de que los botones sean grandes y les ayuden a verlo sin necesidad de ponerse gafas o incluso dispongan de un botón SOS o un volumen de timbre mayor al habitual no puede cubrir mejor las necesidades reales de este público.
Una vez disponen de un dispositivo como este, la excusa de no lo he oído o yo no entiendo esto, pasan a un segundo plano y colaboran con familiares y amigos a que de verdad estén disponibles en caso de necesitar llamarles o que ellos llamen.