Es sabido por todos que Wall Street gana dinero vendiendo inversiones de riesgo con nombres complicados. Algunos ejemplos: anualidades indexadas, bonos estructurados y fondos cotizados apalancados e inversos.
La comercialización de dichos productos no necesariamente está llegando a su fin. Pero las cosas podrían volverse más difíciles si los entes reguladores exigen a las firmas financieras garantizar que lo que promocionan beneficie a los clientes.
Esta semana, la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC por la sigla en inglés) adoptó la primera medida que propone para los agentes intermediarios una nueva norma del “mayor beneficio”. Las restricciones -establecidas en un texto de cientos de páginas- fueron pensadas al más alto nivel para erradicar prácticas de ventas que, dicen los defensores de los inversores, alientan a las empresas a orientar a los clientes hacia inversiones inadecuadas que incrementan la remuneración de los agentes.
Si bien la SEC exhorta desde hace tiempo a esforzarse más por atacar la mala conducta de los agentes, el tema comenzó a desbordarse en 2016 cuando el Departamento de Trabajo de Barack Obama aprobó normas duras en materia de conflictos de intereses. Las presiones para que el presidente de la SEC, Jay Clayton, hiciera algo se acrecentaron el mes pasado cuando un tribunal federal de apelaciones derogó las regulaciones de Trabajo, dejándolas en un limbo legal.
Si el plan de la SEC entra en vigor, se obligaría a los agentes intermediarios a revelar y mitigar una serie de conflictos. También se les prohibiría utilizar títulos que den a los clientes la impresión de que tienen una obligación fiduciaria -el requisito de anteponer los intereses de los clientes a los propios-. Los asesores en inversiones tienen desde hace mucho una obligación fiduciaria, y las normas de la era Obama intentaron extender esa obligación a los agentes que manejan las cuentas de retiro.
No obstante, existe una gran confusión respecto de lo que exigirían realmente las regulaciones de la SEC, y el quebradero de cabeza no sólo recorre Wall Street. En la reunión de la SEC del 18 de abril, los miembros republicanos y demócratas de la comisión expresaron el temor de que el organismo haya dejado flotando cierta vaguedad al no aclarar exactamente qué significa el mayor beneficio.
La SEC deja, entre otras, las siguientes dudas:
¿Qué es la norma del mayor beneficio de la SEC?
El organismo no define “mayor beneficio”. Enumera, en cambio, una lista de obligaciones destinadas a garantizar que los agentes no antepongan sus intereses a los de sus clientes. La SEC dijo que las regulaciones también exigirían a las firmas “establecer, mantener y aplicar políticas” concebidas para detectar conflictos y mitigarlos.
Tomadas en su conjunto, las normas amplían los requisitos actuales de la SEC especificando que los agentes ofrezcan inversiones “adecuadas”. Pero la propuesta no es tan rígida como una obligación fiduciaria.
Específicamente, las regulaciones exigirían a los agentes contar con una “base razonable” para considerar que la recomendación de comprar o vender un valor es la que más beneficia al cliente. La norma no exige, empero, a los agentes evaluar cuál es la mejor inversión. Dice, en cambio, que éstos deben sopesar los factores más allá de los meros costos e incentivos financieros.
¿Cuáles son las consecuencias de que la SEC deje áreas en la nebulosa?
El hecho de que no sea prescriptiva, podría dar a los reguladores la flexibilidad de reprimir conductas sospechosas en caso de percibirlas. Por ejemplo, si la SEC dice que determinada conducta está prohibida, los agentes podrían volcarse hacia prácticas que no están prohibidas pero que son igualmente perjudiciales para los clientes.
No obstante, la vaguedad también ha alimentado temores de que la propuesta de la SEC no aclare qué está permitido y qué no. Cuando se dejan nebulosas, los departamentos de contralor normativo suelen actuar de manera conservadora, diciendo a los agentes que eviten todo aquello que los lleve a temer un cuestionamiento por parte de los entes reguladores.
La SEC está alentando al sector y a los defensores de los inversores a presentar sus comentarios en cuanto a si habría un mejor enfoque para definir específicamente qué significa actuar en el mayor beneficio de los clientes.
Ben Bain para Bloomberg