La crisis financiera desatada en los mercados en el año 2008, colapsados tras la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en 2006, provocó que los principales bancos centrales del mundo apostaran por inundar sus economías de liquidez mediante políticas monetarias ultraexpansivas.
Cuando se produjo la llegada de Ben Bernanke a la Reserva Federal, en febrero de 2006, los tipos de interés en los EEUU se situaban en el 5,75. La crisis subprime derivó en una de las mayores crisis financieras de la historia. Ante este escenario de depresión económica y de confianza, nuevas fórmulas buscaron recuperar la estabilidad en los mercados.
Desde mediados de 2007 a finales del año 2008, los tipos de interés de la Reserva Federal se desplomaron hasta el 0,25. Estos niveles se mantuvieron inalterados durante siete años. En noviembre de 2008, Bernanke implantó el Quantitative Easing (QE). La expansión monetaria consistía en la activa de activos de deuda pública y privada por valor de unos 600.000 millones de dólares. Tras dos años, el QE2, se dotaron otros 600.000 millones más, para finalizar con un QE3 que se extendía hasta el mandato de su sucesora Janet Yellen.
Hubo que esperar hasta diciembre de 2015 para ver la primera subida de tipos. Estas subidas se han ido produciendo de manera muy paulatina, siempre con la amenaza del estancamiento en los indicadores de precios. La última revisión de tipos de interés la presenciamos el pasado mes de marzo, ya bajo el mandato del nuevo “chairman” de la FED, el Sr. Jerome Powell. Actualmente el precio del dinero en EEUU se sitúa en el rango entre 1,50 y el 1,75.
Esta actualización en la curva de tipos americanos, genera sin duda un efecto dominó en el resto de economías a nivel global. Muchos de los principales bancos centrales a nivel mundial se encontraban ya en disposición de normalizar sus políticas monetarias (BOJ, BOE, BCE…), pero han esperado a que la FED moviera ficha definitivamente para ajustar sus tipos.
Todo hace indicar que en la próxima reunión del 13 de junio la FED situará los tipos entre el 1,75 y el 2,00 para la economía americana. Actualmente se le da una probabilidad a este hecho por encima del 98%.
Solo falta por dilucidar si a lo largo del 2018, finalmente veremos 3 ó 4 subidas de tipos en EEUU. La normalización monetaria ha llegado a los mercados.
Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB