El próximo 25 de mayo habrá nuevo reglamento en materia de protección de datos. Además, tras el escándalo de Facebook y la posterior cara de sorpresa de muchos usuarios, la sensibilidad en esta materia parece cambiar. ¿O no tanto?
Al margen de los tecnicismo legales, que habrá tiempo de explicarlos en las próximas semanas, una de las ideas que lanza este nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGDP) impulsado desde Bruselas es que debe ser preciso y concreto en la explicación a los usuarios y clientes de las empresas de lo que se hará con sus datos. Y éstos deben hacer constar de forma expresa su consentimiento.
Sobre estos temas han debatido este miércoles en un encuentro organizado por Kreab, Guillermo Olagüe, subdirector General de Regulación de la DGOJ; Borja Adsuara, jurista Experto en Economía Digital e Innovación; Rafa García del Poyo, socio de Digital Business Osborne Clarke; y Mikel López de Torre, presidente de Jdigital. Como asunto conductor: la industria del juego online. Aunque los temas derivaron en el debate genérico sobre si las empresas están preparadas.
La nueva RGPD sustituirá a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal (LOPD) y su Reglamento de desarrollo, aprobado por Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre. Este nuevo reglamento, el “RGPD” contiene regulación armonizada y uniforme, de obligado cumplimiento en toda la Unión Europea, aunque guarda una extrañeza.
García del Poyo advierte que un reglamento europeo debería ser de aplicación directa, pero en este caso quedan ciertas puertas traseras para que sean los propios estados miembro quienes profundicen en sus legislaciones nacionales con características propias.
LOS USUARIOS COMO PARTE ACTIVA
“Hay que hacer un esfuerzo pedagógico”. Así de claro se muestra el experto en derecho digital Borja Adsuara. Estima que esa es la gran novedad. Ésa, junto con el hecho expreso y activo de que los usuarios estimen su conformidad con lo que se hará con sus datos.
Y aquí está la clave del asunto. Durante el encuentro se habló sobre la sensibilidad que empiezan a tener los usuarios con estos temas. ¿Pero será así en realidad? Se utilizó el ejemplo de la app de móvil para usar linternas que piden los contactos del móvil. ¿. Por un lado, y asumiendo que la gente entienda la nueva ley que debe dar su consentimiento expreso, ¿dejará de usar las plataformas gratuitas tipo Facebook o Twitter pese a tener que ofrecer sus datos? De otra parte, ¿querrán los usuarios molestarse en defender los derechos que tienen sobre sus datos? ¿Preocupan estos temas?
Lo que evidencia esta nueva ley es que los legisladores intentan poner de su parte. Será de una manera más o menos acertada, pero lo intentan. Ahora serán los usuarios quienes tengan la responsabilidad. Las excusas para los vagos ya no valen.