jueves, 12 diciembre 2024

Enel prepara 4.300 millones para enfrentar a Iberdrola en Brasil

Iberdrola anunció este martes su intención de adquirir el 100% de la mayor distribuidora de Brasil, Electropaulo. Con este movimiento la firma dirigida por Ignacio Sánchez Galán ha dado el pistoletazo de salida a una carrera de adquisiciones que se avecina en el país brasileño. La pugna involucra, además de a la firma vasca, a la italiana Enel –principalmente– y también a la portuguesa EDP.

En este caso concreto, la pugna por Electropaulo, el choque entre Iberdrola y Enel parece ser irremediable. La firma italiana había reconocido anteriormente la intención de aumentar su participación en la distribuidora, pero ha sido Iberdrola quien ha actuado primero. La firma presidida por Sánchez Galán tiene la intención de desembolsar 1.500 millones de euros para incorporar a Electropaulo en su filial brasileña, Neoenergía.

Enel e Iberdrola podrían iniciar una guerra de desgaste en territorio brasileño para hacerse con diversas compañías de la pública Eletrobras

La intención de opa por parte de Iberdrola no es más que el primer paso en lo que se espera una ardua batalla entre los dos gigantes por crecer en Brasil. No solo es Electropaulo, sino que en los próximos meses pueden salir a venta hasta seis empresas eléctricas en el país sudamericano.

El epicentro de la pugna está en el inició del proceso de privatización que las autoridades brasileñas están ejecutando sobre el gigante Eletrobras. Según Bloomberg Intelligence, el gigante público podría sacar a la venta seis filiales para reducir la inmensa deuda que recae sobre sus espaldas. Ese es el movimiento que están esperando y para el que Enel, a través de su filial Enel America, tiene preparados más de 4.300 millones de dólares.

Las cuentas de la filial americana de Enel le otorga mucha flexibilidad a la hora de buscar nuevas adquisiciones. De hecho, antes del anuncio de Iberdrola los analistas de Bloomberg ya explicaban que “es probable que Enel Americas continúe comprando activos de distribución de energía en Brasil”. Para ello, la compañía cuenta con un fondo de maniobra muy cómodo y una deuda neta de tan solo 1,16 veces ebitda.

El bajo apalancamiento la permitirá aumentar relativamente sus inversiones sin que sus calificaciones crediticias se puedan ver afectadas. En concreto, Bloomberg considera que la firma podría disponer de hasta 4.300 millones de dólares para acometer más inversiones y adquisiciones. Con ello, la firma italiana cumpliría con su objetivo de elevar su ebitda alcance los 3.700 millones de dólares en 2019.

La disputa entre Enel e Iberdrola no es nueva, puesto que llevan ya un par de años privatizando las compañías públicas del país sudamericano. A finales de 2016, Enel Americas adquirió la distribuidora anteriormente pública Celg-D un 28% por encima del precio, pese a que no había otro postor. La filial brasileña de Iberdrola por su parte, cerraba este verano la incorporación en su estructura al también gigante Elektro Holding. Con este movimiento, Iberdrola se convirtió en la mayor empresa eléctrica privada de Brasil.

Brasil, un negocio apetitoso para Iberdrola

En los últimos años, Iberdrola ha ido subiendo su apuesta por Brasil. El punto álgido lo alcanzó el año pasado con la incorporación a su holding del gigante Elektro. Con dicha operación, una de las más importantes a nivel nacional, la filial brasileña de Iberdrola se constituyó como la firma privada más importante del país. Iberdrola ha invertido en Brasil más de 14.000 millones y además ha aumentado su presencia en Neoenergia, en detrimento de sus otros dos socios Banco de Brasil y Previ.

Iberdrola

La descomposición del mayor conglomerado eléctrico del país, la pública Eletrobras, ha ayudado a Iberdrola a incrementar su posición. Solo en 2017, se adjudicó contratos de suministro y servicios por más de 1.270 millones de euros. Además, controla cerca 3.700 millones de euros en activos.

Brasil se ha convertido en el tercer mercado más importante para Iberdrola y la firma tiene intención de seguir invirtiendo. La caída de Eletrobras podría dejar en el aire un mercado de más de 30.000 millones de euros. Un botín demasiado goloso que también ha atraído a otros gigantes como Enel o EDP.


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