Starbucks pierde su prestigio social en Estados Unidos

Es una paradoja que Starbucks, que se pasó años promocionando su compromiso con la justicia social, ahora esté intentando restaurar la confianza en la cadena del café después del arresto de dos clientes negros que se ha llevado a cabo en uno de sus locales de Filadelfia.

El máximo ejecutivo de la compañía, Kevin Johnson, ha pedido disculpas por el incidente. Se llamó a la policía por el hecho de que los dos clientes se habían sentado en una mesa de Starbucks sin pedir ningún tipo de consumición. Esto ha provocado que el enfado de multitud de personas.

Johnson acompañó su disculpa con un video mensaje en el que prometió volver a evaluar las políticas y prácticas de Starbucks. La compañía también podría adoptar más capacitación para gerentes de tiendas, incluidas instrucciones sobre el sesgo inconsciente, añadió.

“Arreglaré esto” dijo Johnson. “Esto no es lo que somos, y esto no es lo que vamos a ser”, confirmó.

Esta controversia representa uno de los primeros retos importantes para Johnson, que asumió el puesto en reemplazo del CEO Howard Schultz hace un año. La compañía siempre ha presumido de querer construir una comunidad y luchar por causas sociales, pero sus acciones ya han sido cuestionadas con anterioridad. A pesar de esto Schultz hizo que los camareros escribieran en las tazas de los clientes la frase “race together” (corramos juntos), con el objetivo de estimular una discusión sobre las relaciones raciales en Estados Unidos. La medida fue criticada en las redes sociales por ser un enfoque hostil a un problema complejo.

La empresa cuenta con cerca de 28.000 cafés Starbucks en todo el mundo, en los que las prácticas locales varían ampliamente. En Filadelfia, al a vicepresidenta regional de la compañía, Camile Hymes, se le ha encomendado la tarea de hablar con los empleados, los clientes, los líderes comunitarios y las fuerzas del orden sobre el incidente.

Johnson también dijo que esperaba encontrarse con los dos hombres que fueron arrestados para poder pedirles disculpas en persona. Aun así, el ejecutivo dijo que no había planes de despedir al gerente de la tienda, quién manejó la situación.

Nick Turner para Bloomberg